El 23 de abril, miles de estudiantes y trabajadores de la educación llenamos las calles alzando las banderas de la educación pública junto a miles de trabajadores que se sumaron a defender la educación. Los profesorados de CABA volvimos a mostrar el potencial que tenemos para ser un factor clave en la lucha contra el gobierno de Macri y Milei, que atacan la educación.

Desde las puertas del Joaquín fuimos cientos. Entre todos los profesorados fuimos una columna de miles de estudiantes, docentes y no docentes. Esta movilización fue precedida por instancias de asambleas, jornadas de clases públicas masivas, llenando de iniciativa la Comisión de Lucha, pasadas por cursos y por la izquierda en la conducción del centro de estudiantes, que buscó empalmar el reclamo de los terciarios con la rebelión educativa que sacudió al país con mas de un millón de personas en la calle.

La quita del Fonid, el presupuesto obsoleto frente a una inflación interanual de tres dígitos, la intención de decretar la educación como un servicio esencial atentando así contra el derecho a la huelga y la declaraciones públicas que caracterizan a los docentes como adoctrinadores, forman parte de toda una orientación política que tiene por objetivo recrudecer las tendencias privatistas y la precaria situación de la formación docente, la misma que hace 6 años luchó por su existencia contra la amenaza de cierre en favor de la Unicaba.

Con sus peculiaridades locales, todos los institutos vienen sufriendo recortes de asignaturas, recortes de presupuesto o cierre de carreras, cierre de postítulos (la única oferta no arancelada), amenazas de traslados, sin mencionar la decadencia de los salarios y la infraestructura.

Al calor del movimiento encabezado por las universidades, la comunidad de los terciarios volvió a salir masivamente a la calle con reivindicaciones tanto generales como propias.

¿Cómo la seguimos?

Esta semana fuimos a nuevas asambleas, en las cuales se debatió cómo seguir la lucha. En una asistencia dispar, el conjunto de las 2 asambleas demostraron que en el Joaquín hay grandes reservas de lucha para continuar un plan de acción contra la motosierra de Milei.

Como debate transversal se dio la aprobación de la nueva Ley Bases en Diputados. Contra la política de la burocracia de “administrar” las medidas de lucha en lugar de propiciar un golpe certero contra la política del gobierno, con un plan de lucha en regla, planteamos impulsar un paro activo con movilización cuando se trate el proyecto y un plan de lucha integral para que el conjunto del programa económico antiobrero caiga.

Los debates que fueron surgiendo entre los compañeros en la asamblea también se veían atravesados por todas los problemas que tenemos como estudiantes y trabajadores: el ajuste no se aguanta más y estaremos en peores condiciones si la Ley Bases pasa en el Senado. Para derrotar el plan de Milei y Macri tenemos que sumar a más y más compañeros a activar en la lucha contra el gobierno. En ese sentido, se votó un plan de lucha para todo el mes de mayo -sosteniendo el estado de alerta y movilización-: jornadas de clases públicas en conjunto con la universidad, una radio abierta a realizarse entre todos los profesorados, ruidazos en cada instituto y la realización de una bandera contra el ajuste de Milei y Macri y en defensa de los terciarios.

Nuestro rol como estudiantes es sumarnos a movilizar de manera masiva contra el plan de guerra de Milei y Macri. Tenemos que unirnos a todos los sectores en lucha, el movimiento piquetero, el sindicalismo combativo, las asambleas barriales y el movimiento de la cultura. Sigamos construyendo instancias por un gran paro y plan de lucha que lleve a la huelga general hasta vencer el plan motosierra de Milei y Macri ¡Vamos a la huelga educativa!

Milei sigue sin dar respuestas, tenemos que continuar la rebelión universitaria

Organicemos asambleas en todas las universidades para profundizar el plan de lucha de estudiantes, docentes, nodocentes y graduados ¡Podemos ganar! –

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