Los vínculos de Victoria Villarruel con Alberto “Gato” González, un torturador de la Esma

Alberto González

Este domingo 24 de marzo, la Casa Rosada lanzó un spot repleto de mentiras, tergiversaciones y calumnias contra los organismos de derechos humanos con el objetivo de apuntalar la liberación de los militares condenados por delitos de lesa humanidad.  La vice, Victoria Villarruel, hizo su aporte individual, emitiendo un tuit que rechaza la cifra de 30 mil desaparecidos y exige un resarcimiento económico para las “víctimas del terrorismo” -en referencia a las organizaciones armadas de los ’70.

Los lazos de la vicepresidenta con los represores de la dictadura militar son conocidos, pero hay un caso que es emblemático.

Se trata de Alberto “Gato” González, un torturador de la Escuela de Mecánica de la Armada (Esma) que se desempeñó en el mayor centro clandestino de detención de la dictadura entre marzo de 1977 y mayo de 1979. Integró el Grupo de Tareas 3.2.2, al mando de Jorge “el Tigre” Acosta, y tenía entre sus miembros nada menos que a Alfredo Astiz. González estaba a cargo del “sótano”, donde se llevaban a cabo los tormentos. En una de las causas en que fue condenado, la justicia determinó que las funciones de su grupo de tareas eran el “secuestro, tortura, privación de la libertad y muerte o desaparición forzada”. Destacado en la represión, fue condecorado por Emilio Eduardo Massera, uno de los jefes de la junta militar, en septiembre de 1978.

González acumula condenas por torturas, desapariciones y violaciones. Silvia Laybarú, una joven de 20 años que integraba la organización Montoneros, denunció que fue violada por González tanto dentro de la Esma como en el domicilio del represor, ante la presencia de su esposa.

La actual vicepresidenta conoció a González a través de su padre, el también represor Eduardo Villarruel. Ambos compartían un interés por la historia naval. Según Segundo Carafi, uno de los líderes de NOS, el partido de Juan José Gómez Centurión, “Alberto formó a Victoria y escribió los libros que ella firmó como propios”. Se trata de “Los llaman jóvenes idealistas” (2009) y “Los otros muertos” (2014). Cecilia Pando, abogada y defensora de militares detenidos, afirma que González le mostró uno de esos libros que estaba escribiendo y que luego aparecería con la firma de la ahora titular del Senado.

Facsímil de tapa de la revista “Noticias”

Estando ya recluido, según la revista Noticias (23/3), González instigó, en un encuentro en 2005 en que estuvieron presentes Astiz y Villarruel, la formación de un organismo que hablara de “los otros muertos” y la “memoria completa”. Un año más tarde, como es sabido, Villarruel fundó el Centro de Estudios Legales para las Víctimas del Terrorismo (Celvyt). La vice ya había tenido un paso por Aunar (Asociación Unidad Argentina), formada en 1993 por Fernando Exequiel Verplaetsen, mandamás de inteligencia de Campo de Mayo.

Se estima que hasta el día de hoy Villarruel tiene a González como una fuente de consulta.

Se sabe también que la vice visitó en prisión a Jorge Rafael Videla; que su nombre figuraba en los cuadernos del represor Miguel Etchecolatz (la libreta se encontró cuando su casa fue allanada, días después de la segunda desaparición de Jorge Julio López); que recolectaba cartas para Ricardo Caballo, otro represor de la Esma que estuvo detenido en España; y que el represor Luis Patti fue uno de los principales aportistas de su campaña en 2021.

La movilización de cientos de miles de personas de este 24 fue un pronunciamiento masivo contra el gobierno que justifica el terrorismo de Estado e impulsa la impunidad de los militares torturadores y la represión de hoy.

Fueron 30 mil. Fue genocidio.