Jornada piquetera en todo el país contra el recorte en la asistencia social

Por alimento para los comedores, contra el desguace de los programas sociales y por trabajo genuino.

Corte en Avenida Maipú/ @federico.imas

Se está llevando adelante la jornada de lucha nacional del movimiento piquetero contra la motosierra de Milei y Pettovello. Los manifestantes se encuentran realizando 500 cortes en distintos puntos del país, como respuesta a la decisión del gobierno de desabastecer los comedores populares y desguazar los programas sociales, golpeando los ingresos y el plato de comida de la población más vulnerable. 

El epicentro de la jornada tiene lugar en el distrito bonaerense de Vicente López, donde una nutrida columna se dirige por la Avenida Maipú para protestar frente a la Quinta de Olivos, donde reside el presidente Javier Milei. 

La policía de Bullrich, junto a Gendarmería y Prefectura, busca amedrentar a los manifestantes mediante un mega operativo represivo para que no lleguen a la quinta de Olivos. Una de las primeras consecuencias es una mujer desvanecida que convulsionó luego de que avanzara el cordón policial, y a la que tuvieron que asistir los referentes del movimiento piquetero exigiendo que dejen entrar a la ambulancia. Eduardo Belliboni denunció que vino un mediador a pedir que liberen el carril mano a CABA y, cuando los manifestantes lo estaban haciendo, la policía avanzó con la represión. No quieren negociar, quieren terminar con la protesta a fuerza de palos y gases.

Por un lado, tras la eliminación del Potenciar Trabajo y su reemplazo por otros otros dos programas (Volver al Trabajo y Acompañamiento Social), 200 mil trabajadores que lo cobraban a cambio de una contraprestación laboral pasaron a recibir la mitad de su monto. Estamos hablando de las cocineras de los comedores populares que alimentan diariamente a miles de familias de los barrios pobres del país y de las personas que realizaban tareas de limpieza de los espacios públicos en villas y asentamientos.

Estos trabajadores, precarizados por el propio Estado, no solo recibieron una reducción nominal de sus ingresos, sino que además el recorte se posa sobre sumas que ya eran de indigencia y que permanecen congeladas desde noviembre 2023, cuando la inflación acumulada desde ese momento a esta parte es del 114,52%.

A la motosierra y licuadora sobre los programas sociales, se suma el intento del gobierno de eliminar el monotributo social a través de la Ley Bases, cuya cuota era cubierta por el Estado en el caso de los beneficiarios del Potenciar Trabajo. De erradicarse, estos sectores sumamente postergados perderían el acceso a una obra social.

Milei, mientras hunde en la pobreza a nuevas capas de trabajadores con sus políticas inflacionarias, topes salariales y despidos, desmantela la asistencia social, dejando a la deriva a aquellos que la requieren para poder sobrevivir. Todo en función de cumplir con las metas fiscales del Fondo Monetario a expensas del pueblo. A su vez, como los programas sociales establecen un piso salarial, desvalorizarlos es una forma de extender los límites de la explotación obrera.

Los que salen airosos del ajuste fondomonetarista son los grandes empresarios, favorecidos por el blanqueo de capitales, la rebaja de Bienes Personales, la moratoria impositiva y el régimen de grandes inversiones contemplados en las iniciativas parlamentarias del oficialismo que cuentan con media sanción de Diputados.

Por eso, piqueteras y piqueteros de todo el país salen nuevamente a la lucha, para enfrentar esta ofensiva del gobierno, que solo genera más hambre y pobreza.