En Neuquén estalló la crisis del agua. Era previsible; mientras el presidente del EPAS (Ente Provincial de Agua y Saneamiento) había declarado que "no vamos a estar tan mal como el verano pasado…", los delegados gremiales de los trabajadores denunciaban que "desde hace 7 años no se hace mantenimiento de las redes" (Río Negro, 19/10/07).

 

El Estado ha sido incapaz de aplicar un paliativo. Distribuyen raciones completamente insuficientes (apenas 3 litros por persona, incluso por familia) de un líquido turbio, que ha afectado la salud de muchos vecinos.

 

Ni el gobierno provincial ni el municipal impulsaron las obras necesarias para superar una crisis largamente anunciada. Ahora, más de una docena de barrios de la capital deben soportar las altas temperaturas del verano sin agua.

 

Los trabajadores y vecinos pusieron en pie la Asamblea Popular Permanente por el Agua (APPA) y se movilizaron a la Municipalidad de Neuquén y a la Casa de Gobierno con un petitorio. La movilización estuvo precedida por cortes de calle y toma de colectivos.

 

Impulsemos asambleas y comisiones vecinales en cada barrio para luchar por una solución de fondo a la crisis del agua.

 

 Agua potable ya.

 

Distribución de emergencia de agua envasada bajo control de los vecinos de los barrios afectados.

 

No a los medidores y a la privatización del EPAS. Apertura de los libros. Por un EPAS bajo control de sus trabajadores y de las organizaciones vecinales.

 

Duplicación del presupuesto destinado a las obras y a recuperar el 100% de la capacidad de bombeo en la ciudad.