Ambiente

26/8/2016

Calentamiento global: el Congreso discutió el Acuerdo de París


Pablo López participó en la reunión conjunta de las comisiones de Relaciones Exteriores y Recursos Naturales del Congreso Nacional que trató la aprobación del Acuerdo de París sobre cambio climático, suscripto por 195 países en una cumbre realizada el 12 de diciembre de 2015. El Partido Obrero presentó un dictamen propio, rechazando sus términos.


 


El Acuerdo establece el objetivo de contener la elevación de la temperatura global –provocada por la emisión de gases de efecto invernadero, como el dióxido de carbono– en un rango de 1,5 a 2°C de aquí a fin de siglo con respecto a los niveles preindustriales.


 


Pero la suma de las emisiones de todos los países firmantes proyectaba un aumento de temperatura de por lo menos 3°C al año 2100, una cifra suficiente para potenciar de manera alarmante las temperaturas extremas, las sequías, la desertificación y las inundaciones. A su vez, el acuerdo no contempla ninguna penalización para los países infractores de las metas acordadas.


 


Cabe señalar, asimismo, que la cumbre sesionó bajo un estado de excepción y en medio de la represión contra movimientos ambientalistas, que denunciaron el financiamiento del foro por parte de grandes grupos energéticos. Muchos de estos grupos impulsan la adopción de técnicas de dudosa efectividad (como la de almacenamiento y captura de carbono -CCS por sus iniciales en inglés) frente al calentamiento global como un modo de lucrar con subsidios estatales y desarrollar negociados.


 


Las posibilidades de detener el calentamiento global están cuestionadas por el hecho de que el capital alienta las salidas baratas para no perder beneficios, como lo demuestra la exportación de tecnologías contaminantes a la periferia (Barrick en Argentina y Botnia en Uruguay, por ejemplo).


 


La salida al problema del calentamiento global no vendrá de la mano de las propias potencias capitalistas contaminadoras.