Este jueves 28 por la mañana organizaciones socioambientales y partidos de izquierda nos concentramos frente al Palacio de Justicia de Córdoba para denunciar la criminalización a los que luchan en defensa del ambiente. Se realizaron intervenciones artísticas, un desayuno popular y una vigilia en las puertas del Tribunal Superior de Justicia. En horas de la tarde funcionarios del poder judicial recibieron una delegación de los manifestantes con la promesa de hacer lugar un hábeas corpus colectivo a favor de las luchas ambientales, que  confirmando un accionar dilatorio al que la justicia nos tiene acostumbrados, salió recién al día siguiente y a fuerza de la permanencia de activistas en la sede judicial.

En la actividad desarrollada estuvieron presentes diferentes organizaciones, entre ellas la Asamblea de Paravachasca, referentes de la lucha contra la Autovía de Punilla, de la comunidad Comenchingones y vecinxs de Alberdi y Villa Páez que reclaman por el colapso cloacal y la contaminación que esto conlleva, así como compañerxs que integran Tribuna Ambiental, que sostuvieron con su presencia una extensa jornada.

El principal reclamo giró en torno a la persecución judicial que el gobierno está llevando a cabo en contra de quienes se organizan para defender el ambiente. Un claro ejemplo de esto fueron las imputaciones a lxs vecinxs de Paravachasca. Al mismo tiempo la jornada rechazó la avanzada represiva del gobierno al servicio de los negocios capitalistas, como ocurre en Punilla, donde la policía golpeó brutalmente a un vecino que se manifestaba contra la Autovía. Otros reclamos ambientales, como el que se desarrolla en Río Ceballos contra la instalación de una planta de residuos sólidos urbanos que centralice la basura de diferentes localidades y la constituya en una zona de sacrificio ambiental, estuvieron acompañando la jornada.

Mientras se desarrollaba esta actividad, miles de personas de la unidad piquetera se movilizaron en el centro de la ciudad. Ambas actividades denunciaron al FMI como impulsor del hambre y la miseria y de la depredación ambiental.

La jornada es un paso adelante para rechazar el extractivismo y la explotación de los gobiernos capitalistas y refleja la importancia de direccionar  las iniciativas de lucha  hacia los diferentes resortes del poder que sostienen esta política para golpear como un solo puño. La dilación que expone la justicia refleja  la complicidad del TSJ con un gobierno empeñado en defender los intereses de los grupos empresarios a costa del ambiente. Necesitamos preparar nuevas iniciativas que fortalezcan la consolidación del frente único como herramienta clave  para conquistar nuestros reclamos y derechos pendientes.

Como perspectiva, es necesario levantar un programa que establezca el control popular de uso del suelo, el poder de veto y decisión de las asambleas ambientales, pueblos originarios y migrantes. Se trata de una salida con perspectiva socialista, que tiene como punto de partida el no pago de la deuda externa.