Ambiente

22/5/2020

Fumigación y desmonte: la política del gobierno que Cabandié esconde

Mientras el ministro de ambiente Juan Cabandié dice que “lo preocupan las fumigaciones y las enfermedades ocasionadas por agrotóxicos”,la política real del gobierno va en otro rumbo. Esto quedó en evidencia por la reducción en los aranceles para potenciar la importación de insumos para la fabricación de agrotóxicos en el país.


El Ministerio de Relaciones Exteriores argentino redujo los aranceles  en una maniobra que implica un beneficio directo para las multinacionales productoras de herbicidas, diseñados para controlar las malezas de cultivos como maíz, soja, caña de azúcar, algodón, yerba mate y tabaco, entre tantos otros.


La resolución la impulsó el Ministerio de Relaciones Exteriores, Comercio Internacional y Culto a cargo de Felipe Solá, el mismo que hace 25 años le abrió la puerta a la siembra directa y los paquetes tecnológicos cancerígenos en nuestro país bajo el gobierno de Menem.


El acuerdo lo impulsó Argentina pero rige para los países del Mercosur e implica una reducción del arancel para la importación de sustancias dentro del bloque regional. Los alcanzados por la «rebaja» del gobierno son los compuestos químicos empleados para la fabricación de agroquímicos: monoisopropilamina y sus sales y dimetilamina.


¿Qué es cada compuesto?


La monoisopropilamina es uno de los componentes clave de la atrazina, un herbicida selectivo que controla malezas en los cultivos. También se utiliza para fabricar otros herbicidas basados en  glifosato, el ingrediente activo de una de los herbicidas más usados en la agricultura actual, el Round.


La  atrazina fue prohibida en la Unión Europea en 2004  por su persistente contaminación de las aguas subterráneas.


Según un estudio publicado en  primeraplana.com, la dimetilamina se utiliza, entre otras cosas, como fungicida agrícola. La exposición a atmósferas contaminadas con dimetilamina son extremadamente irritantes: afecta  los tejidos  de las vías respiratorias, ojos y piel. Su inhalación puede tener consecuencias fatales como resultado de espasmo, inflamación y edema de laringe y bronquios, neumonitis química y edema pulmonar. 


Favorecer la producción de estos compuestos altamente contaminantes y su aplicación en el cuadro de una pandemia respiratoria no parece orientarse en el cuidado de la salud de la población.



  


A todo esto, hay que sumarle que el monitoreo de deforestación en el norte de Argentina, que realiza Greenpeace, mediante la comparación de imágenes satelitales, reveló que en el marco de la cuarentena sanitaria por Coronavirus que impuso el Gobierno Nacional, entre el 15 de marzo y el 15 de abril, se desmontaron 6.565 hectáreas, 211 por día.


De acuerdo a una estadística publicada por Greenpeace, entre las provincias donde la organización ecologista realizó el monitoreo de desmontes- ya que concentran el 80% de la deforestación de nuestro país- la más deforestada es Santiago del Estero con 3.222 hectáreas, luego están Salta con 1.194 hectáreas, Formosa con 1.132 hectáreas y Chaco con 1.017 hectáreas.


Frente a este panorama, cabe preguntarse dónde está la preocupación del ministro. No abrió la boca sobre la rebaja de aranceles para la fabricación de veneno que después va ser rociado sobre la población. El mismo Cabandié usó la palabra veneno para referirse a éstos productos ante el Senado. Sin embargo, no reclamó la derogación inmediata de esta resolución, tampoco inició acciones para detener la deforestación que se lleva adelante en todo el país y la remediación de esos bosques a cargo de los depredadores.



 


En este marco, se vuelve imprescindible la intervención de les trabajadores y la juventud para defender las condiciones de vida. Las luchas de los pueblos de Mendoza y Chubut marcan el camino. Es urgente emprender una campaña nacional de conjunto en defensa del ambiente, contra las fumigaciones contaminantes y la megaminería. Con esa perspectiva, convocamos al plenario virtual nacional de Tribuna Ambiental que se desarrollará el sábado 23 de mayo a las 17:00 con la presencia del compañero Gabriel Solano, legislador de CABA.


La crisis ambiental no necesita ministros que declamen sus buenas intenciones, necesita acciones concretas y urgentes. Inscribite para participar  del plenario. Sólo la acción y organización independiente podrá parar la depredación capitalista del ambiente.