Ambiente

23/6/2011|1182

Erupción volcánica: La catástrofe es el capitalismo

La campaña oficial previa a la elección del pasado 12 de junio, trató de minimizar las penurias que vivimos los pobladores de las barriadas en las localidades del sur provincial (Villa Angostura, San Martín de los Andes, Villa Traful y otros).

La ayuda estatal se ha enviado a cuentagotas. Es una ofensa para el padecimiento que viven los pobladores de la zona cordillerana, especialmente los más humildes.

Sin luz ni calefacción en pleno invierno y bajo la lluvia, la asistencia gubernamental es prácticamente nula, con el agravante de que fue utilizada de manera clientelar en el curso del comicio del domingo próximo pasado. El MPN ha pretendido disimular la escasa ayuda oficial distribuida, promoviendo una “campaña solidaria” que es una puesta en escena para los medios de comunicación.

La acción solidaria de la población, realizando colectas y ofreciendo su ayuda a los que están más necesitados, contrasta con la escasa o nula acción social del Estado, a la que tampoco puede reemplazar ante la magnitud del fenómeno.

Contrastando con esto, el municipio de San Martín de los Andes ha invertido importantes sumas en una campaña de medios regionales y nacionales para fomentar el turismo, mientras los cortes de luz y de los servicios elementales a las barriadas marcha a cuenta gotas.

El secretario municipal de Turismo lo ha explicado con todas las letras en un spot publicitario: han constituido un comité con la Cámara de Comercio, la Asociación Hotelera, la Asociación de Agentes de Viaje y Chapelco SA, la empresa que explota el cerro homónimo, para sostener la temporada turística con “fondos reservados”.

De la penuria popular hacen un negocio

Las cámaras patronales han obtenido el resarcimiento por las ganancias que dejarán de recibir ante una temporada invernal incierta. Con subsidios estatales, incluso a costa de los fondos de “otros programas”, los empresarios han comenzado a suspender personal, adelantar vacaciones y otorgar francos en forma compulsiva. Por ese motivo, la diputada del partido de gobierno, Alicia Comelli, se ha apresurado a presentar un proyecto de ley para suspender los aportes patronales a la seguridad social y los impuestos de los empresarios por el término de un año.

Las consecuencias de la erupción volcánica se verán agravadas por la orientación social de la “ayuda” estatal.

Sapag anuncia con bombos y platillos que ha enviado un millón de pesos y Nación ha comprometido 5 millones, para limpiar ciudades que tienen 2 mil toneladas de arena por hectárea (sólo en Villa La Angostura hay que remover y almacenar 20 millones de toneladas).

Ante semejante magnitud, los fondos enviados son casi nada.

No se está afrontando un problema muy grave: con las lluvias invernales y la nieve, en los faldeos de la montaña (donde se asientan los barrios pobres y las tomas), se genera un grave peligro de aluviones en zonas pobladas, como el que ocurrió hace días cuando un aluvión se llevó parte de la ruta que conduce al paso internancional Samoré.

Pero, además, a medida que pasan los días surgen las denuncias de negocios con la ayuda estatal, no sólo en Neuquén sino también en Río Negro. Desde reclamos de fondos adeudados a los bomberos voluntarios hasta la estafa de enviar pasturas inservibles para los animales de los pequeños crianceros.

El Partido Obrero, integrante del Frente de Izquierda, denuncia esta situación y plantea colocar los recursos del Estado en el objetivo inmediato de evitar mayores sufrimientos a la población: por un fondo de emergencia bajo control de las organizaciones populares y vecinales, de las comunidades mapuches y de los vecinos, para garantizar los servicios básicos a la población y reponer los rebaños perdidos; asegurar la distribución de barbijos, agua potable, leña y garrafas entre toda la población afectada, bajo control de comisiones electas por cada barrio; provisión de medicamentos, insumos, equipamientos y personal en los hospitales de todas las localidades afectadas; prohibición de despidos, suspensiones y descuentos salariales como consecuencia de la lluvia de cenizas y el inicio inmediato de obras para evitar los aluviones.