Ambiente

22/5/2019

La marcha mundial contra Monsanto se sintió en Argentina

El país lidera el ranking mundial de uso de glifosato por persona.

(La Matanza)

El sábado 18 de Mayo se realizó en la plaza San Martín, como todos los años, la marcha contra Monsanto– Bayer en Buenos Aires y muchas ciudades del país, bajo la consigna “¡Fuera Monsanto!”.


El planeta se moviliza hoy contra Monsanto – Bayer en más de 40 países y más de 400 ciudades. En Argentina, la marcha viene creciendo en ciudades del país y concurrencia año tras año, como también crecen los casos de cáncer derivados de la aplicación de productos del pulpo agrotóxico, y con ello las luchas en ciudades como Rosario, Ramallo, San Andrés de Giles, Gualeguaychú y otras (imposible no mencionar al pueblo de Malvinas Argentinas en Córdoba donde, luego de años de lucha, se frenó la instalación de una plata de Monsanto en el año 2016).


Bayer en caída libre


Las acciones de esta multinacional vienen cayendo y se encuentran en su pico más bajo desde hace siete años, tras recibir ya tres fallos de la justicia en su contra en este último año, por los efectos cancerígenos del glifosato.


A su turno, hace una semana Bayer en Francia tuvo que pedir perdón tras salir a luz que investigó a figuras públicas, políticos, periodistas, científicos, para conocer su postura sobre la corporación y explorar formas de persuasión y censura.


País contaminado


Argentina lidera el ranking mundial de uso de glifosato por persona. Hace 20 años se usaban en el país tres litros de glifosato por hectárea por año; hoy, ese promedio es de 15 litros.


Cientificos de la Universidad Nacional de La Plata advierten que hay glifosato en todos lados, agua de ríos, lagunas, frutas, verduras, en el suelo, en el algodón y en la lluvia,  con la gravedad que el glifosato es un contaminante pseudopersistente en suelos –es decir, que se acumula y no se degrada en el ambiente ni en los seres vivos.


Mientras en Argentina los gobernantes de los partidos patronales dicen que el glifosato es inocuo, uno de los jurados de California que trató el caso de una víctima que enfermó por el uso de RoundUp –un herbicida que lleva ese químico- llegó a la conclusión de que Monsanto ocultó información cancerígena sobre el glifosato, distribuyó de manea negligente el producto y llevo a cabo estas maniobras de forma adrede. El jurado accedió a documentos internos de la empresa que demuestran que Monsanto nunca tuvo interés en averiguar si el RoundUp es seguro. En Estados Unidos, Bayer deberá enfrentarse a más de 13000 demandas de usuarios de este herbicida.


Un estudio contundente para demostrar la toxicidad del compuesto fue realizado por Andrés Carrasco, científico que -fallecido en mayo de 2014- llegó a presidir el CONICET y probó que la sustancia produce desde muerte celular hasta malformaciones. En Francia, investigaciones del científico Gilles-Eric Séralini aportaron nuevos argumentos al trabajo realizado por Carrasco en la Argentina. Aportes como el de Carrasco refuerzan la necesidad de enfrentar el ajuste y lograr un mayor presupuesto  para el Conicet y las investigaciones universitarias; de que se garanticen las condiciones para realizar investigaciones sin empresas capitalistas ni lobbys, para que el conocimiento sea puesto al servicio de los trabajadores.


Es preciso que se establezcan marcos regulatorios para el uso de agroquímicos que garanticen la protección de la salud de la población, maximizando la prevención, reglamentando y/o prohibiendo el uso de glifosato. Ligamos esta lucha a la pelea por una reorganización del país sobre nuevas bases sociales.