Comenzando este 2021, es importante trazar un panorama sobre el Río Luján. Cabe recordar que el año pasado, a raíz de la fuerte campaña que impulsaron vecines y organizaciones de varios distritos, se fue generando una creciente oposición popular a las obras de rectificación en la cuenca media (Partido de Pilar), las que amenazarían a sus humedales y agravarían las inundaciones que supuestamente pretenden mitigar.

En la presente nota analizaremos también otras problemáticas del río.

Contaminación

En las últimas semanas se han reportado vertidos clandestinos al Luján. Si bien no es una novedad, la cuestión adquiere relevancia debido a la centralidad que están teniendo los problemas ambientales. Por ejemplo, los efluentes provenientes del Parque Industrial de Pilar (calle El Petrel) o la descarga de aguas servidas aledañas a la zona céntrica de Luján.

Sin embargo, lo más grave sucedió en la localidad de Jáuregui, con la aparición de miles de peces muertos y una coloración verde del agua (proliferación de algas y plantas), privándola de oxigenación. Las posibles causas se deberían a “un proceso de eutrofización, que es un enriquecimiento excesivo de nutrientes, el cual es potenciado por actividades antrópicas” (El Civismo, 5/2). Cuando se habla de actividad antrópica se refiere a intervenciones humanas. Las mismas, coinciden con las declaraciones del especialista Adonis Giorgi (Biólogo de la UNLu), quien manifestó a Radio Ciudad de Luján el 8/2 que la mortandad de peces podría ser consecuencia de “algún vuelco industrial”, y con las denuncias vecinales por olores nauseabundos.

La segunda etapa de las obras

Quizás como consecuencia de las acciones en defensa del río (radios abiertas, abrazos, junta de firmas, etc.), en los obradores ubicados en Pilar para la primer etapa no hay movimientos ni maquinarias. Es clave mantener el alerta para que no avancen.

Por otro lado, se conoció a principios de febrero una publicación de la OPDS (organismo provincial de control ambiental) que invita a la población a anotarse para una “participación ciudadana” sobre la segunda etapa de las obras, que corresponden al tramo Luján-Mercedes. Ante esto, las organizaciones plantearon que se trata de una farsa y que busca desviar el reclamo de una verdadera audiencia pública como las que se prevé en la Constitución del Comité de Cuenca (Comilu) y no se cumplen. Además, hay escasa información del impacto que tendrían las obras que mencionan una “ampliación del cauce” en las zonas de los pueblos de Olivera, Goldney y la propia ciudad de Mercedes, teniendo en cuenta que es la cuenca media-alta del río. De todos modos, se debería aprovechar esta convocatoria para una difusión pública.

El Estado es responsable

De acuerdo a lo descripto con respecto a la contaminación y las perjudiciales obras hídricas estructurales (ensanchamiento y eliminación de meandros) es que no debemos omitir la responsabilidad del Estado, principalmente el provincial encabezado por Axel Kicillof (Frente de Todos) y con las complicidades de los intendentes como Leonardo Boto (Luján) o Federico Achaval (Pilar), del mismo signo político. En los municipios, tenemos el agravante de los basurales a cielo abierto que contribuyen mucho a contaminar los arroyos que luego desembocan en el Río Luján.

La descarga de residuos líquidos y sólidos sin tratar al curso de agua, la destrucción de suelos, filtración de napas con agrotóxicos y las construcciones indiscriminadas que acaparan los márgenes por parte de los grandes capitales industriales, agrarios e inmobiliarios, no podrían realizarse sin la vista gorda de los gobiernos.

Un planteo de salida

Por último, llamamos a vecines, trabajadores y organizaciones a movilizarnos y luchar por el Río Luján, en preservación de su biodiversidad y servicios ecosistémicos. Un plan de remediación y de obras no estructurales (limpieza, puentes) debe realizarse de manera integral, convocando también a técnicos y profesionales independientes. Desde Tribuna Ambiental nos ponemos a disposición de ello.