Ambiente

1/2/2017

Santa Fe: quiénes son los responsables del derrame de 800 litros de aceite sobre el Río Paraná


El complejo Bunge de Puerto General San Martín derramó 800 litros de su producción de aceite sobre el río Paraná. La impunidad de las empresas con lo que sucede en las costas del Paraná es infinita. 


Dicho por el propio secretario de Salud y medio ambiente de la provincia, la válvula por donde se efectuó el derrame “no debería haber estado allí” y será “sancionada” porque además los funcionarios provinciales se “enteraron por los medios no por la empresa”. Una de dos: no controlan absolutamente nada o controlan y hacen la vista gorda.


 


A confesión de partes, relevo de pruebas 


 


No es la primera vez que Bunge y las demás aceiteras realizan este tipo de hechos, que más bien pueden considerarse algo constante en el cordón industrial.  El Río Paraná, con más de 50 fábricas desde Zárate hasta San Lorenzo, hace más de 40 años que utiliza a este río como una inmensa cloaca del lugar. Desembocan todas las vertientes y desechos de la producción, entre ellos el benceno, sustancia tóxica utilizada para aumentar la rendición en la producción de aceite por ejemplo.


Bunge factura alrededor de 50 millones de pesos por día. Con estas ganancias exorbitantes la contracara es una brutal depredación ambiental y laboral y una eximición de pagos de impuestos, ya que ninguna empresa abona en la provincia ingresos brutos. 


 


La contaminación exige cómplices y responsables


 


El tema no puede reducirse solo a Bunge y a las aceiteras. Tengamos en cuenta los desechos industriales sobre los cursos del agua, rellenos sanitarios que desbordan a causa de la basurales abiertos como Ricardone, los agrotóxicos de Roldan y San Lorenzo, la incineración de basurales tóxicos en


Puerto General San Martín, sin olvidarnos de Celulosa Argentina y los índices altos de cáncer y alergias en Capitan Bermúdez.


 


Esto sólo es posible por la complicidad política del gobierno nacional, provincial y de las administraciones municipales a lo largo de muchísimos años, pasando por todos los colores políticos. Porque la vista gorda de los responsables políticos se gratifica con campañas políticas para que gobiernen candidatos para los contaminadores. El pedido de control a quienes son parte del problema no significa una salida. 


 


El Partido Obrero del Cordón plantea: 


 


Constitución de comités obreros independiente de seguridad e higiene, electos y revocables que tomen en sus manos la inspección de condiciones de seguridad industrial y ambiental e inclusive las condiciones laborales ya que el obrero es el primer contaminado. 


 


Triplicación del presupuesto actual de salud del cordón para montar un sistema de emergencia integral de salud con aportes especiales de las grandes empresas. 


 


Que aparezcan los responsables políticos del derrame de aceite sobre el rio Paraná. 


 


Nacionalización bajo control obrero de todos los puertos piratas. 


 


Basta de contaminación ambiental y laboral