Ambiente

12/6/2017

Tucumán: La Esperanza-Villa La Trinidad dice #NoAlVinazoducto

Tribuna Ambiental Tucumán


Desde fines del año pasado vecinos de Villa La Trinidad – Concepción resisten el avance del Ingenio La Corona en su intención de construir un ducto destinado a transportar vinaza que sería depositada en piletones.


 


La vinaza procedente de las destilerías alcoholeras se encuentra entre los residuos orgánicos más contaminantes del planeta. Cada zafra se generan alrededor de 4.000 millones de litros de vinaza: un efluente líquido que se origina en el proceso de producción de alcohol de caña de azúcar que puede contaminar el agua y el suelo. La vinaza produce olores nauseabundos y representa además un peligro concreto para la salud humana por la emanación de vapores por su exposición a elevada temperatura.


 


El corte de bioetanol de caña de azúcar de las naftas es hoy de un 12%, con proyecciones de aumentar hasta un 25% con el consiguiente aumento de la producción de vinaza. Ya en 2012 se informaba que los ingenios tucumanos tenían almacenada mil millones de litros de vinaza y esta cifra se fue acrecentando en los años subsiguientes. Las denuncias por contaminación de la cuenca Salí-Dulce fueron creciendo y algunos dueños de ingenios fueron procesados.


 


En 2012, se firmó el denominado Plan “Vinaza Cero” por el cual todos los ingenios se comprometían a no volcarla en los ríos y se comprometían a la construcción de piletones y en algunos casos a usarla, aplicando diversos procedimientos, como fertilizante o como insumo de riego de los campos; sin embargo, según datos del 2015 aportados por la propia Secretaria de Medio Ambiente, un 60% del “subproducto” aún seguía contaminando nuestras aguas, cuando se había asegurado que en 2013 sería el año que marcaba el final del problema.


 


Precisamente, los vecinos  de Villa la Trinidad alertados por las acciones de una empresa constructora avanzando en la construcción de un ducto proveniente del ingenio La Corona, obra que debía estar suspendida, decidieron con piquetes y acampes  exigir que las tuberías no atraviesen el barrio y que los depósitos se alejen de las zonas urbanas, como así también de los ríos, arroyos y embalses cercanos. Por ejemplo, en la zona donde llegaría el ducto desembocando en piletones, hay una escuela a 400 metros.


 


En el caso del pueblo La Esperanza, sus habitantes ya sufrieron la rotura de sus caños de agua producto del avance de las obras.


 


El gobierno de Manzur, el intendente radical de la ciudad de Concepción (donde está instalado el ingenio) y la justicia Federal salieron en auxilio de los empresarios, para lo cual realizaron un enorme operativo con el cual desalojaron a los vecino de la entrada del barrio y los obligaron a retirarse a orilla de la ruta 329, donde instalaron sus carpas.


 


La lucha de los vecinos que ya lleva varios meses han decidido profundizarla, para lo cual está preparando para este martes 14 una movilización a Plaza Independencia.


 


Es una lucha muy importante que debe extenderse y coordinarse con los vecinos de los otros ingenios que sufren el mismo problema y debe apuntar a imponer el control ambiental por parte de los trabajadores y vecinos de todo el proceso de producción azucarera porque los ingenios y grandes cañeros no sólo contaminan con la producción de vinaza, sino también con la emanación de hollín de las chimeneas sin filtros de los ingenios o con las cenizas producto de la quema de los cañaverales y que ha llevado a que la cuenca Salí-Dulce sea una de las cuencas más contaminadas del país y que San Miguel de Tucumán sea una de las ciudades más contaminadas del continente.