Ambiente

18/8/2020

Zonas del monte nativo cordobés siguen ardiendo

El fuego se produce entre Cerro Negro, Ongamira y Villa Albertina.

Desde que comenzó agosto, se están produciendo de incendios en Córdoba. Ahora se encuentra ardiendo la zona comprendida entre Cerro Negro, Ongamira y Villa Albertina. Sobre esta última, alrededor de 140 bomberos trabajan con empeño para apagar el fuego. A una semana de iniciado el mes, hubo fuego en Santa María de Punilla, La Calera, La Cumbrecita, Tanti y en la zona de Las Jarillas.

Según lo que circuló desde la Secretaría de Gestión de Riesgos, el incendio habría empezado este fin de semana, más precisamente el día sábado, al día siguiente habría alcanzado ya unos 600 metros de alto. Para el lunes se lo logró contener pero en cuestión de horas volvió a reactivarse.

El gobierno dice estar conteniéndolo, sin embargo no es lo que se desprende de las últimas informaciones periodísticas que dan cuenta de lo contrario. Se evacuaron a 4 personas mayores de edad en la zona de Villa Albertina en la que el fuego que ya abarca 7,5 kilómetros. El viento aviva las llamas, lo que hace más crítico el panorama para contener las llamas de un incendio que uno de los más complicados de apagar.

Desde el Ministerio de Seguridad, y el propio cuerpo de bomberos, informaron que se debió recurrir a medios aéreos nacionales porque los medios de la provincia no daban abasto por si solos, incluso habiendo convocado ya a distintos cuerpos de bomberos de distintas localidades de Córdoba. El déficit de equipamiento es evidente para una problemática que, ya de por sí, no es nada nueva en la Provincia. El monte nativo, flora y fauna, y les trabajadores son quienes lo padecen y pagan las consecuencias.

Es necesario que se garanticen los insumos a todo el personal de trabajadores que en el sector se ven obligados a asumir enormes riesgos, con magras remuneraciones y recursos. También es necesario desde ahora planificar la reforestación de los montes nativos arrasados por el fuego. Esto es vital, puesto hay una pérdida de bosque natural que en la provincia mediterránea que ya abarca el 95%. Además, la propiedad latifundista del suelo, y el monocultivo impermeabiliza la tierra provocando desde inundaciones hasta bajos niveles de humedad que luego se traducen en sequías e incendios.

Sigamos el ejemplo que hoy nos da el pueblo de Santa Fe, movilizado en masa por la defensa de las islas del Delta del Paraná. Si el capitalismo destruye al planeta, destruyamos al capitalismo.

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