Aniversarios

29/6/1994|422

El Mas y la Revolución Boliviana de 1952

El Mas acaba de publicar un artículo que reivindica la posición que tuvo su corriente en relación a la revolución boliviana de 1952. Con fecha 3 de febrero de 1994, Solidaridad Socialista dice: “Desde la Argentina nuestro partido en un primer momento adoptó una posición confusa, provocada por su desconocimiento de la situación. La información que poseía inicialmente provenía del Secretariado Internacional… Unos meses después, el partido llegó a la conclusión de que había cometido un ‘error grave provocado por la falsa caracterización de la relación de fuerzas ’… En enero de 1953 levantamos la consigna ‘Todo el poder a la COB‘”…


Sin embargo, durante los últimos 20 años la corriente morenista dijo otra cosa.  Sostenía que inmediatamente después de la revolución de abril de 1952, cuando las masas destruyeron al Ejército boliviano y reemplazaron al gobierno burgués de turno por un gobierno burgués nacionalista liderado por el MNR, ella fue la única corriente que denunció a ese gobierno burgués y al “apoyo crítico” que le había brindado el POR Boliviano. En Solidaridad Socialista del 21/2/85, por ejemplo, puede leerse que el morenismo había planteado entonces ‘todo el poder a la COB’. “En 1952  y durante los años siguientes hubo una sola corriente política internacional que levantó para Bolivia la consigna de “la COB al poder”. Fue la corriente que en Argentina forma parte del Mas…”.


¿En que estamos entonces: fue en 1952 que plantearon el poder a la COB, cuando esta consigna era pertinente, o recién en 1953, cuando había perdido su actualidad debido al reflujo de la revolución? En otras palabras: ¿el reciente artículo del Mas es una reivindicación de su corriente o, como debería ser correctamente interpretado, una denuncia?


El PO siempre impugnó la pretensión del morenismo, de que habría tenido una posición correcta frente a la revolución de 1952, sencillamente por tratarse de una falsificación, ya que en el periódico morenista de aquella época (“Frente Obrero”) se había planteado rodear al gobierno de Paz Estenssoro “con ministros obreros”, en una  postura extrema de colaboración con el gobierno burgués. Esto fue reconocido por Nahuel Moreno en 1953, cuando sostuvo que su corriente había ignorado el doble poder entre la COB y el MNR y que había apoyado al ala izquierda del MNR (reproducido en Revista Estrategia, abril 1966). Esta admisión no le impidió a Moreno borrar de ahí en más con el codo lo que había escrito y presentarse como la única corriente que habría tenido un programa revolucionario.


Ahora el Mas, sin referirse a lo que él mismo escribió en los últimos 20 años, vuelve a las posiciones de Nahuel Moreno de 1953-1966. Considera que el “error grave” de 1952 se debió a “una falsa caracterización de la relación de fuerzas”, como si ese caso justificara el apoyo a un gobierno burgués. Reconoce que recién a partir de 1953 planteó “todo el poder a la COB”, pero en ese momento  esa consigna tenía el mismo contenido contrarrevolucionario que el apoyo al MNR en 1952, porque en 1953 las masas habían entrado en un período de reflujo y la dirección de la COB había logrado desarticular las milicias y se había completamente burocratizado. En estas condiciones, la consigna ya no tenía un carácter revolucionario, pues significaba una expresón de confianza en la burocracia sindical de la COB.


En síntesis, la corriente morenista levantó para Bolivia las mismas posiciones de los mencheviques y de Stalin en 1917, y esto es lo que viene a reconocer en forma vergonzante el artículo reivindicativo del Mas. El Mas mantuvo incólume sus planteos mencheviques durante los 40 años siguientes, como lo revela su planteo de “revoluciones democráticas” y la defensa de las políticas de “institucionalización” llevadas adelante por el imperialismo, las burguesías nacionales y las dictaduras en América Latina.


El Mas atribuye los “errores” de 1952 al Secretariado Internacional y al pablismo. Pero en 1954 el morenismo se disolvió en el peronismo, y después de 1955 se colocó bajo la disciplina del General Perón  hasta 1964. Todo esto sirve para mostrar que el Mas sigue empeñado en tergiversar su historia, trucar citas y engañar a la militancia.