Aniversarios

18/8/2020

La Oposición de Izquierda, una lucha revolucionaria contra la burocracia stalinista

Escenas de la vida de León Trotsky (IX); a 80 años, la actualidad de la lucha por el socialismo

Luego de la destrucción generada por 4 años de la guerra mundial (1914-18), sumados a los cuatro años de guerra civil (1918-22), los bolcheviques se encontraron con un país arrasado. Habiendo sido asesinada una generación entera de cuadros obreros, la Revolución Rusa se encontraba con la difícil tarea de reconstruir el país en el marco del aislamiento generado por el fracaso de las distintas revoluciones europeas,  lo que se sumaba a las propias condiciones de atraso rusas.  Como medida de urgencia para atravesar la guerra civil, los bolcheviques implementaron como política económica el comunismo de guerra (1918-21), concentrando en manos del Estado tanto la producción industrial como rural, generando enormes choques con los campesinos que se negaban a producir, buscando evitar la requisa de granos. En el año 1921, y en búsqueda de recuperar la producción económica, y estabilizar la situación de choques sociales que se incubaban como resultado de la escasez, la URSS se vio obligada a adoptar la NEP (Nueva Política Económica), donde se restituye cierta actividad económica privada. La recuperación económica, acompañada de un desarrollo industrial creciente, empezaban a verse también atravesados por el desarrollo de una nueva acumulación social, y el favorecimiento de ciertos sectores campesinos acomodados (kulaks). Tanto Lenin como Trotsky habían alertado tempranamente que el recule obligado que era la NEP reforzaría presiones de clases ajenas a la clase obrera sobre el Estado y el Partido Comunista, como de la creciente existencia de una burocracia en el partido.

Ya en 1922, Lenin, quien llevaba varios meses de enfermedad, le advirtió a Trotsky  que se estaba tejiendo a sus espaldas una concentración de poder excesiva en manos de Iosif Stalin, Secretario General, sobre la base de las lealtades que este iba tejiendo entre los funcionarios del partido. Lenin decide preparar las condiciones para que León Trotsky tome la dirección del partido, empezando ambos a actuar en bloque. Para tal tarea piensa en organizar una comisión que ponga fin a los avances de la burocracia dentro del partido, debilitando a la fracción de Stalin, espina dorsal del régimen burocrático, extendiendo esto no a la persona de Stalin exclusivamente, sino a las fuerzas y expresiones que representaba.

Era 1923 se avecinaba el congreso partidario, Lenin seguía postrado por su enfermedad y muy preocupado por las acciones de Stalin. En una carta a Trotsky le pide encarecidamente que intervenga en defensa de la causa de Georgia, había que cambiar radicalmente la políticas sobre las nacionalidades, cesar las persecuciones contra los adversarios de Stalin en Georgia y acabar con las presiones administrativas que se ejercen sobre el partido; además de orientar de manera decisiva la industrialización del país procurando la organización colaborativa entre los dirigentes. La pelea que Lenin se preparaba para dar en sus últimos días, y que dejó expresada en las palabras de su testamento político, quedaría en manos de León Trotsky, el dirigente revolucionario con el que había colaborado más cercanamente desde que se abrió el proceso revolucionario en 1917.

El complot de la fracción stalinista, en ese momento aliado con Kamenev y Zinoviev, se fue agudizando, llegando en 1923 a dominar el partido mediante una organización clandestina y paralela. Los candidatos que pretendían alguna responsabilidad dentro del partido tenían que tener una característica: pronunciarse en contra de Trotsky y sus posiciones políticas.

 

Las críticas de Trotsky van a verse plasmadas en una declaración firmada por 46 dirigentes del Partido Bolchevique -dentro de los que se destacan Karl Radek y Yevgueni Preobrazhenski-, presentada al Comité Central del Partido Comunista, donde denunciaban la burocratización creciente del Estado Soviético y del Partido Comunista. Ese mismo año, luego de boicotear la colaboración de Trotsky con la Revolución Alemana en curso, Stalin presenta por primera vez su planteo del “socialismo en un sólo país”. Esta tesis, absolutamente ajena al marxismo y a la tradición bolchevique, era el fundamento teórico necesario para cristalizar el proceso de burocratización Soviético. Contra este proceso llevará un combate profundo el agrupamiento que Trotsky empezaba a liderar bajo el nombre de la Oposición de Izquierda, constituida para recuperar la democracia partidaria y defender el carácter internacional de la revolución socialista.

El 21 de enero de 1924, tras años de enfermedad, Lenin muere. La campaña rabiosa contra el trotskismo a costa de difamaciones y falsificaciones toma fuerza en las columnas  de todos los periódicos,  en las tribunas y en todos los rincones de Rusia. La actitud hacia Lenin como un caudillo revolucionario fue reemplazada por un culto religioso al líder, sus ideas proliferaban como eslóganes de un profeta sacados de contextos.

Las contradicciones que desde un principio se sabía que generaría la NEP empezarán a generar choques al interior del Partido Comunista. En el año 1924, la Oposición de Izquierda, empieza a plantear la necesidad de cambiar la política económica marcando cada vez con más fuerza la necesidad de avanzar con una mayor planificación, para poder avanzar así a un profundización de la industrialización, teniendo su desarrollo más profundo al respecto en el año 1926, con el libro de Preobrazhensky, La Nueva Economía. Los kulaks, el nuevo sector social acomodado, encontró en el stalinismo un punto de apoyo para su desarrollo, férreo defensor de la NEP y esta acumulación, quién sostenía la consigna de “Kulaks, enriquecéos”. Trotsky señalaba la necesidad de avanzar hacia un autoabastecimiento energético que le permitiera a la URSS desarrollar su industria, proponiendo una enorme concentración de recursos para construir centrales eléctricas, financiado en detrimento de la acumulación de los campesinos acomodados, ganando su rechazo y el posicionamiento de estos últimos en favor de la política defendida por el stalinismo. Al mismo tiempo, la prohibición de establecer tendencias o fracciones al interior del Partido Bolchevique, introducido como una necesidad en el marco de la guerra civil, empezaba a ser utilizado por la camarilla stalinista como un factor de disipación del debate interno.

En 1925 Trotsky fue relevado de su cargo de comisario de guerra y nombrado como presidente del comité de concesiones, jefe de explotación electrónica y presidente de la dirección científico-técnica de la industria. A pesar de ser tres tareas inconexas y no  ser un experto en los temas, se preparó y estudió las ciencias, procuró desarrollar la tecnología para colaborar en el desarrollo de las fuerzas productivas del estado obrero. Sus adversarios obstaculizaron  su trabajo al punto de desfinanciar los departamentos a cargo de Trotsky.

En 1926 la lucha dentro del partido era cada vez más aguda, la Oposición de Izquierda dirigida por Trotsky se presentó como tal en las células del partido. El aparato burocrático intentó frenar todo tipo de lucha ideológica sustituyéndola con mecanismo burocráticos de decisiones. En 1927, Stalin, en ese entonces alineado con el ahora representante del ala derecha del partido, Bujarin, apoyó al líder chino del Kuomintang luego de la dura represión y asesinato a los obreros de Shanghai. Esto significó una oleada de fuerte indignación del partido y de la nueva camada de jóvenes rusos.  En ese cuadro, sectores previamente alineados con Stalin contra Trotsky, como Zinoviev y Kamenev, unen fuerzas con la Oposición de Izquierda, presentando la Oposición Unificada.

En el 10º aniversario de la Revolución de Octubre, la Oposición Unificada decide participar con consignas propias, teniendo una buena recepción de los sectores que participaron del acto. Buscando evitar el desarrollo de este proceso,  el decimoquinto Congreso partidario decide la expulsión de la Oposición dejándolos a disposición de la GPU. Mientras que Zinoviev y Kamenev se arrepienten y piden su reincorporación al partido, que los acepta, Trotsky se niega a aceptar, manteniendo su expulsión del Partido y siendo desterrado tan sólo un año después. La Oposición de Izquierda no cesaría en su acción organizada ni siquiera en los campos de concentración que el régimen stalinista generalizaría para recluir a sus opositores políticos, donde mantendrían publicaciones y una existencia organizada hasta entrada la Segunda Guerra Mundial.

Leer todos los capítulos de esta serie en la sección del 80 aniversario del asesinato de León Trotsky.