Aniversarios

18/4/1996|490

Las organizaciones convocantes del 1º de Mayo de 1890

El motor fundamental de la organización obrera en la Argentina, previo al 1º de mayo de 1890, fue evidentemente el Club Vorwarts, formado por emigrados alemanes vinculados estrechamente con la socialdemocracia de su país de origen. El Club Vorwarts había sido fundado en 1882 (según el acta constitutiva para “cooperar a la realización de los principios y fines del socialismo, de acuerdo con el programa de la Social Democracia de Alemania”) y desde 1885 publicaba un semanario y diversos folletos de divulgación de las ideas socialistas. Entre éstos figuraban algunas obras tanto de Marx como de Lasalle (1). También se distribuían folletos del dirigente marxista Wilhelm Liebknecht (2), del socialista francés Gabriel Deville (3) e incluso folletos anarquistas de diversa procedencia.


Lo que nos muestra el material extranjero que el Club Vorwarts publicaba es su eclecticismo (4), coincidente con el de buena parte de la socialdemocracia alemana. Con lo que respecta a Lasalle, hay que tener en cuenta que había sido el verdadero fundador de la organización proletaria de Alemania (la asimilación obrera del marxismo será paulatina y lenta, y hacia 1890 todavía no es clara) y que su figura recogía una enorme adhesión en el elemento socialista germano. Por otra parte, Liebknecht y su amigo Deville son los elementos más eclécticos dentro de los partidos socialistas europeos, y el primero particularmente lasalleano en sus ideas. Un elemento más, el 31 de agosto de 1889 se realiza en el ámbito del Club una velada conmemorativa a Ferdinand Lasalle.


Por lo que se puede inferir, el Congreso de París de 1889 (constitutivo de la segunda internacional) fue el origen de una mayor definición ideológica del Vorwarts y un incentivo para su accionar político en la Argentina. En dicha reunión internacional, el Vorwarts delega su representación en Wilhelm Liebknecht. Aparentemente, hacia esta época asume la dirección del Club Germán Ave Lallemant y se depuran los elementos anarquistas.


Para cumplir la resolución del congreso de organizar una jornada internacional de lucha el 1º de mayo de 1890, convocan a otras organizaciones de emigrantes (franceses, italianos y españoles) y se conforma un Comité Internacional Obrero, donde hay un predominio de los elementos alemanes. Redactan dos manifiestos (de los que tiran 40.000 ejemplares de cada uno), deciden presentar un petitorio a las autoridades del país, acuerdan conformar una central sindical obrera y finalmente logran realizar un acto de 2.000 personas en el Prado Español en la jornada de lucha fijada.


El manifiesto que distribuyen antes del 1º de mayo gira enteramente alrededor del pedido de leyes protectoras del trabajo: ocho horas, descanso dominical, tribunales laboralistas, higiene y seguridad en el trabajo, prohibición del trabajo infantil y limitación del trabajo nocturno, etc.


En el discurso que José Winiger (del Club Vorwarts) dirige a los presentes en el acto del 1º de mayo se informa que las dos ideas rectoras del Congreso de París y del mismo Comité Internacional Obrero de Argentina son lograr la “emancipación social por medio de protección legislativa a la clase obrera, y la organización internacional de las masas obreras”. Todos los discursos giran alrededor de la legislación laboral. Se insiste en el petitorio a las autoridades que los países más civilizados ya están adoptando leyes protectoras del trabajo.


No se ven en estos documentos iniciales definiciones acerca del propósito último de las masas obreras con respecto al poder político, pero sí se aclara que la legislación laboral que se solicita es un “programa mínimo” e inmediato.


En todos los documentos, el grupo Vorwarts y el Comité Internacional Obrero se refieren al 1º de mayo como “día de fiesta”, fiesta obrera, “gran festividad universal”, etc. El llamado del Congreso de París proponía “una gran manifestación internacional” por las 8 horas, y aclaraba (a propuesta de la socialdemocracia alemana, más moderada que los otros partidos) que en cada país se desarrollaría la acción “en las condiciones que les imponga la situación especial de sus respectivos países”. Comparada con la terminología de la segunda internacional, la “gran fiesta obrera” del Club Vorwarts se nos aparece como una fórmula excesivamente  moderada. La “fiesta del trabajo” es la terminología que usará el socialismo reformista, la iglesia, el peronismo, todos con el fin de desvirtuar la naturaleza de la jornada de lucha internacional del proletariado.


Otra de las tareas que encara el Comité Internacional Obrero es la creación de una federación de trabajadores. A fines de 1890 se constituirá la central, agrupando a tres o cuatro sindicatos, más una sección de “varios” que agrupará a todos los militantes que no cuentan con un grupo numeroso en su gremio. Esta Sección Varia será el germen de la primera Agrupación Socialista de Buenos Aires (que se constituye en 1892), que a su vez da origen al Partido Socialista Obrero Internacional, luego Argentino (constituido en 1894 y formalmente en su congreso de 1896).


La federación obrera que se constituye a fines de 1890 tiene un carácter declaradamente socialista, busca imitar la organización obrera alemana, estrechamente vinculada a la socialdemocracia de su país y se propone “un programa análogo al de los partidos obreros europeos”. Sin embargo, en el congreso de constitución, Augusto Kuhn (del Club Vorwarts, luego del Partido Socialista, más tarde dirigente del Partido Comunista, mítico líder de la “resistencia” marxista dentro del PS reformista) propone que la Federación Obrera tenga una organización semejante a la de los sindicatos (Trade Unions) ingleses, cosa que el congreso acepta.


Otros grupos de inmigrantes formaron parte del Comité Internacional Obrero de 1890, pero sólo se agrupan entre sí más tarde. Los franceses, en el grupo “Les Egaux”, se constituyen en 1891; y los italianos (“Fascio dei lavoratori”) en 1894. Los franceses eran más republicanos que socialistas, muchos de ellos emigrados tras la derrota de la Comuna de París. Entregan su delegación ante el Congreso Internacional de 1889 a Alejo Peyret, quien en esa fecha debía estar en París representando al gobierno argentino en la Exposición Industrial, y aprovechó para participar representando también a los emigrantes franceses de la Argentina.


La inmigración italiana era mayoritariamente partidaria de Mazzini (revolucionario burgués de tintes obreristas) o anarquista. El Fascio dei Lavoratori reunió a los italianos socialistas y se disolvió a medida que sus miembros se fueron incorporando al socialismo argentino.