A cuarenta años del golpe militar, una multitudinaria movilización convocada por el Encuentro  Memoria, Verdad y Justicia copó la Plaza de Mayo. La peculiaridad de esta marcha es que fue la única que marcó una independencia política de todos los bloques políticos que vienen  gobernando y ejecutando el ajuste en la Argentina.



Además de exigir justicia y honrar la memoria de los 30 mil compañeros desaparecidos, la convocatoria denunció la impunidad de la actualidad. Tuvo un peso especial el reclamo de justicia para los desaparecidos en democracia, como Julio López, así como para las víctimas del gatillo fácil. También fue repudiada la prisión domiciliaria para Pedraza.



Un punto central del documento leído al final de la marcha fue el repudio a la visita de Obama y al acuerdo con los buitres, que implica una nueva hipoteca para el país que deberá ser pagada por los trabajadores.



Fue denunciado el protocolo represivo. “El protocolo Macri-Bullrich -que suscribieron prácticamente todos los gobernadores- apunta a reprimir, perseguir y encarcelar a los luchadores obreros y populares que salen a enfrentar el ajuste del gobierno nacional y los gobiernos

provinciales”, indica el documento leído en la Plaza de Mayo. Pero también fueron denunciados sus 'antecedentes' kirchneristas: los proyectos anti piquetes, las condenas a perpetua contra los petroleros de Las Heras, la represión a los trabajadores de Lear, etc.



En la cabecera de la movilización hubo referentes de los organismos de derechos humanos (Asociación de Ex Detenidos Desaparecidos, Apel, Ceprodh, Correpi, Liberpueblo, etc.), Madres de Plaza de Mayo (Elia Espen, Mirta Baravalle y Nora Cortiñas), y Adolfo Pérez Esquivel. También formaron parte de la cabecera Jorge Altamira y el diputado nacional del Partido Obrero-Frente de Izquierda, Néstor Pitrola.



Además de las organizaciones de izquierda y de derechos humanos, participaron de la manifestación centros de estudiantes, sindicatos y comisiones internas combativas. En este punto, se destacó la presencia de compañeros del Sindicato de Prensa de Buenos Aires (Sipreba), que protagoniza una enorme lucha contra el vaciamiento patronal. Los trabajadores de Tiempo Argentino, en medio de una tenaz ocupación contra el cierre, instalaron gazebos en distintos puntos del trayecto de la marcha y vendieron una edición especial relativa al aniversario del golpe.



Por su masividad y sus planteos, la movilización del Encuentro Memoria, Verdad y Justicia constituyó un gran pronunciamiento político contra el ajuste, los despidos y la represión del gobierno nacional y los gobiernos provinciales.