Berlusconi o el “fascismo” de papel

Poco tiempo atrás, el ascenso de Berlusconi en Italia y el de Haider en Austria fueron presentados como sinónimos del ascenso irreversible del fascismo. El peligro era usado para promover la “unidad” con la burguesía “progresista” o “centroizquierdista”.


Pues bien, el “arrasante” “fascismo” centro y sur europeo se desplomó muy rápido. El austríaco pasó hace rato a cuarteles de invierno y ahora le llegó el turno al millonario primer ministro Berlusconi. La semana pasada concluyeron las elecciones provinciales italianas y la coalición centroizquierdista “del Olivo” aplastó a la derecha con el 53% de los votos en la región de Fruli-Venecia-Giulia, con una diferencia de más de diez puntos porcentuales que, según los medios, “sorprendió” a los propios triunfadores. La semana previa, más importante todavía, la derecha había perdido en Roma. El “zar” Berlusconi ha quedado en minoría, dividido y maltrecho. Votó apenas el 49% del electorado.


Notablemente, el retroceso derechista asustó a la centroizquierda, que ahora teme que el aplastamiento del “fascista” estimule las tendencias a la movilización y a la lucha. Un plebiscito contra la “reforma laboral” está siendo saboteado por el Olivo para impedir que se transforme en un referéndum contra el gobierno.


La centroizquierda imperialista peninsular se pone así a tono con la gran burguesía del continente que cuestiona a Berlusconi por su hostilidad a la débil Unión Europea y por sus “relaciones carnales” con el imperialismo yanqui.