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22/8/2006|507

El trabajo con la prensa y la caracterización de la etapa

A lo largo de la campaña de suscripciones han aparecido diversos artículos que han ido delimitando la concepción marxista, socialista, del periodismo y la información, no sólo respecto a la política burguesa, sino aun del izquierdismo vulgar.



Interesa presentar las conclusiones en relación a la lucha actual de la clase obrera, y a la situación de conjunto en la que ésta se desenvuelve.



El VII Congreso del PO caracterizó a la situación nacional como prerrevolucionaria, a saber: 1) por la crisis mundial del imperialismo; 2) por el derrumbe del Plan Cavallo, por la decadencia de la inserción económica nacional en el mercado mundial, por el imparable desplazamiento de los ‘capitanes de la industria’ a manos del imperialismo en todas las ramas productivas, por la apropiación de éste de todos los resortes económicos, aun los recursos naturales y los servicios; 3) por el ascenso de las luchas del movimiento obrero y en general de las clases oprimidas, por la creciente y sistemática radicalización de sus métodos, y 4) por la crisis política del régimen en su conjunto, que de la interrelación de estos factores resulta, por los virajes, por la volatilidad aun de las ‘victorias’  burguesas.



Desde aquel momento hasta hoy, el régimen ha pasado por diversos momentos de crisis y las luchas de los trabajadores ha tenido momentos de reflujo y ascenso, pero de conjunto, podemos señalar: a) El derrumbe menemista, detonado ahora por la caída de Cavallo; b) la extensión de la lucha y la organización a nuevos sectores de explotados, y c) la obtención de concentradas, pero muy importantes, victorias políticas en este proceso (Juventud, desocupados, gremios industriales, UTA).



El PO viene teniendo en estos procesos un rol crecientemente protagónico, lo que demuestra que sólo una dirección revolucionaria puede —en un período de descomposición capitalista como el que vivimos— defender consecuentemente las reivindicaciones, mientras que la burocracia y los partidos intermedios asumen una posición solidaria con la burguesía, o vacilante, impresionista, ante la corrupción y el terrorismo ideológico y político del capital. Es aquí donde aparece en todo su relieve el trabajo con el periódico. El día de la caída de Cavallo, todos los diarios burgueses explicaban su caída como una desaveniencia matrimonial, atribuible al ‘carácter’ del ministro, etc. En “Clase, Partido, Dirección”, León Trotsky explica que la dirección de una clase puede sobrevivir a las condiciones que le dieron origen. Prensa Obrera tiene el mérito de haber señalado con anterioridad la caída de Cavallo, a partir de la caracterización del plan, de sus contradicciones, de la tendencia al reagrupamiento obrero en el momento más negro del menemismo. Es, por lo tanto, un factor de preparación de las victorias de Cutral Co, los desocupados, la derrota de José Rodríguez en Córdoba y la UTA.


Nueva etapa


Actualmente, asistimos no sólo a la caída de Cavallo, sino también, y a nivel internacional, a la quiebra de más de 15 años de terrorismo ideológico del imperialismo. Esto no significa que la vanguardia obrera y juvenil (gran parte de la cual está en plena formación) lo asimile automáticamente; este retraso relativo del proletariado con relación a la crisis tiene su haber en el previo derrumbe organizativo, pero fundamentalmente ideológico y político, de la izquierda democratizante, cuyos restos obran  actualmente como un freno, como una virtual retaguardia en la lucha contra la ofensiva burguesa. Prensa Obrera cumple la función de transmitir concretamente, en caracterizaciones y orientación, las costosas experiencias adquiridas. La crisis argentina marcha a un desenlace; para que esto se resuelva a favor de los trabajadores, es imprescindible la conciencia de la vanguardia obrera y juvenil de su rol, que se verifica en la construcción de su partido, embrión del Estado obrero en el seno del Estado burgués.



 “Primero el programa, luego los cuadros, luego la organización”. La extensión del programa (periódico) y su llegada a las más amplias capas explotadas es la condición para su elevación revolucionaria.