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7/11/2007|779

La inauguración de Chilavert y la presencia de Ibarra

Después de ocupar la fábrica, de resistir heroicamente varios intentos de desalojo, de llevar adelante una gran pelea por la expropiación y oponerse también al impedimento que ponía el síndico para que pudieran poner en funcionamiento la fábrica; el 28 de octubre se efectuó la inauguración de la Cooperativa Chilavert.


En el evento hubo un gran despliegue de medios por la presencia de personajes del Gobierno de la Ciudad y terminó cerrando el acto Aníbal Ibarra.


Lamentablemente los jubilados, los vecinos, las asambleas populares y los obreros de otras fábricas ocupadas no tuvieron voz. Sólo estuvieron en el palco cuando el compañero Cándido los mencionó en su discurso.


Obviamente, los trabajadores de Chilavert se sintieron en la obligación de ceder el palco a los “políticamente famosos”. Les dejaron el espacio a los que tomaron la decisión de no otorgar más expropiaciones para los obreros que ocupen fábricas vaciadas y fundidas por sus patrones, a los promotores del derrumbe sanitario y educativo de la ciudad, que están planificando “un impuestazo” para sus vecinos. Les cedieron el lugar a los que presentan presupuestos que favorecen a los banqueros, a los Roggio y a la Federal; y se olvidan de los trabajadores, desocupados y sin techo de la Capital. El escenario de este acto fue ocupado por los que conspiraron, vetaron y mandaron a reprimir a los trabajadores de Metrovías.


Era una buena oportunidad para pedirles a ésos que imponen a los trabajadores su presencia abusando de su investidura a la hora de figurar en una inauguración, que el presupuesto 2003 también contemple a las empresas autogestionadas.


A lo largo de estos meses los compañeros se sostuvieron por la solidaridad de la Asamblea del barrio y de otras fábricas ocupadas. Días antes del evento, un representante del intendente se acercó a la fábrica dejando deslizar que les darían dinero para un servicio de lunch, cosa que nunca se concretó; pero la comida no faltó, hubo una choripaneada con gaseosa costeada por los compañeros de Impa.


La agrupación Lista Naranja Gráfica se hizo presente en la inauguración por haber apoyado y difundido la lucha de los gráficos de Chilavert en nuestro gremio. El Sindicato Gráfico, también “famoso” por impulsar derrotas, y por estar ausente en todas las luchas, apareció días después para ofrecerles la obra social con un aporte de 20 pesos por cada trabajador y para invitarlos a nuclearse junto a otras cooperativas gráficas. Los trabajadores van a discutir si aceptan estas propuestas pero siempre van a tener presente que éstos “no estuvieron” en ninguno de los momentos de su lucha.


Los compañeros gráficos de Chilavert están satisfechos porque lograron su objetivo: poner en funcionamiento la fábrica. Pero se les presentan dos cuestiones fundamentales para resolver: tener la fábrica en condiciones para producir y su subsistencia.


La próxima apuesta es exigir un financiamiento estatal que garantice un salario no menor a 600 pesos, que cubra sus aportes previsionales y de obra social, y que el Estado los considere proveedores privilegiados. Estas exigencias, junto con la expropiación definitiva sin pago, podrán llevarse adelante con la creación de un ente único que nuclee a todas las fábricas autogestionadas, y que se unifique con el movimiento piquetero y las asambleas para dar lugar a una salida propia frente a la catástrofe capitalista.