Los compañeros de Télam volvieron a enfrentar con dos contundentes paros la pretensión oficial de desguazar a la Agencia. Primero uno de 24 horas y luego uno de 12, que se cumplieron con tal contundencia que no salió un solo despacho por el servicio mientras duraron las medidas de fuerza.

La aparición de un nuevo proyecto de la Secretaría de Medios en ese sentido y la aparición de un liquidador pusieron en alerta a los compañeros. En una asamblea masiva, decidieron dar una respuesta contundente, y votaron unánimemente el primer paro, que se cumplió a rajatabla.

Ante la falta de respuesta por parte del gobierno una nueva asamblea decidió redoblar la apuesta y votó una nueva medida, esta vez de 36 horas, para el martes 22 de octubre, y tareas de agitación del conflicto con una radio abierta en Plaza de Mayo que se llevó a cabo con una gran repercusión.

El lunes a la noche el Ministerio de Trabajo, a pedido de la empresa, decretó la conciliación obligatoria, pero el paro comenzó igual.

Al mediodía y sobre la base de un compromiso por parte de un alto funcionario del gobierno en el sentido de que no se iba a avanzar en la liquidación de la Agencia, los compañeros decidieron levantar la medida y mantenerse en estado de alerta hasta lograr que el compromiso se transforme en una medida oficial concreta que garantice la marcha atrás del gobierno en su intento de desguace de Télam.

Una vez más los compañeros de la Agencia volvieron a mostrar su disposición de lucha y a hacer ver que los trabajadores están dispuestos a ponerse de pie y decir basta.