El Frente de Izquierda todavía puede ser convocante del Congreso del Luna


Una nota del último La Verdad Obrera (25/9) acusa al “Perro” y al “Pollo” de “querer repetir Atlanta en chiquito”, en alusión a una convocatoria que se haría en los próximos días. En un artículo previo, más duro, había declarado que ese Encuentro “no ha(bía) pasado la prueba”. La admisión contundente del fracaso no significa que el PTS reconozca nuestro acierto cuando caracterizamos a ese Encuentro como antagónico al Frente de Izquierda y a la independencia de clase. Esto permite sospechar que el PTS podría volver al redil devaluado, cuando la conclusión que debería sacar es sumarse al Congreso del movimiento obrero y la Izquierda.


 


El PTS acusa al “Perro” y al “Pollo” de “estar ausentes” en las luchas de la Panamericana y en las jornadas de paro activo del 27 y 28 de agosto. En las elecciones de la CTA Micheli, el Encuentro también se dividió -entre el abstencionismo y una participación marginal, lo cual vuelve a ocurrir ahora en la CTA Yasky. El PTS evita referirse a su faccionalismo en numerosos episodios vinculados con todos estos acontecimientos, lindantes con la provocación, contra sus propios aliados del Encuentro (arrancó con la ocupación parcial de Gestamp). La lección que ha dejado el famoso Encuentro, liderado por el “Perro” y el “Pollo”, es sensiblemente lamentable. En Jujuy, la organización del “Perro” gerencia planes del Estado, no sorprende que rechace la independencia clasista; lo mismo ocurría cuando militaba en el PCR, que abominaba de esa independencia para promover “el bloque de cuatro clases”.


 


En el mismo artículo, el PTS nos critica a nosotros también, no sea que tenga que adjudicarnos el acierto y el pronóstico sobre el Encuentro. Dice que el Congreso del movimiento obrero y la izquierda sería un congreso con nosotros mismos (el PO), pero no repara que se trata un ‘aislamiento’ positivo, en estas circunstancias porque nos delimita de ese Encuentro que ha concluido en la nada, caracterizado por el oportunismo político y el faccionalismo dañino para la clase obrera. ¡Asegura la continuidad política del Frente de Izquierda! Una federación ocasional de sectas hostiles entre sí está muy por debajo de la convocatoria de un partido que encabeza una votación de centenares de miles de trabajadores por una salida obrera y socialista.


 


El PTS podría aportar positivamente si participara en el desarrollo de este Congreso, cuya base son los principios del Manifiesto Político suscripto por el conjunto del Frente de Izquierda. No hacerlo es conspirar contra la perspectiva abierta por el Frente de Izquierda, algo que el PTS persiste en hacer desde los ataques injuriosos a nuestros cuadros y dirigentes, el intento fallido de formar un partido de trabajadores con la única participación del PTS o, más tarde, con este Encuentro cuyo punto de acuerdo es que la independencia de los trabajadores “nos aleja de los obreros peronistas”. ¡Todos los movimientos combativos del sindicalismo vinculado con el peronismo reclamaron para sí una independencia política de los políticos del peronismo! ¿Cuántos obreros en Argentina -no burócratas ni pichones de burócratas- estarían en contra de una independencia de los sindicatos y de los trabajadores?


 


“Volver al Primero de Mayo”


 


Luego del asumido fracaso de Atlanta, el PTS propone reeditar “la unidad lograda el 1º de Mayo, con un programa que parta del triunfo de las luchas e incluya la independencia política de los trabajadores”. La propuesta rescata lo que hasta ahora rechazó. El acto único del 1° de Mayo obedeció a la evidencia de que era imposible conmemorar la jornada contra el PO, o declarar un cambio unilateral de alianza, del Frente de Izquierda al centroizquierdismo y al moyanismo del “Perro” y otros más.


 


En Prensa Obrera lo caracterizamos como una “gran asamblea a cielo abierto” (PO N° 1.313, 8/5), tanto las divergencias políticas con el Encuentro fueron notables; el “Perro” ni se quedó a escuchar a los oradores restantes. Por un lado, los oradores del PO y de la Coordinadora Clasista expresaron una política de superación del movimiento obrero atado al peronismo y al Estado, por uno integrado a la lucha de clases y a la perspectiva abierta por el Frente de Izquierda. Altamira habló de una “vuelta de página” y de que la lucha de clases sólo era tal cuando cobraba un carácter político. Del otro lado, predominó la exhortación movimientista a la lucha por la lucha misma, o al discurso autoproclamatorio, que convierte a los dirigentes sindicales de izquierda en una dirección política de la clase, cosa que no son. La dirección de la clase, dijimos en el acto, “deberá partir de un programa político, y no podrá emerger como una representación parlamentaria de un movimiento sindical políticamente neutral” (ídem); necesitamos, se insistió, un trabajo político integral coordinado del Frente de Izquierda, junto a un método de debate programático” (ídem). Ese es el método del Congreso del movimiento obrero y de la izquierda.


 


De todos modos, si el PTS propone ‘volver al 1° de Mayo’, nosotros respondemos: hagámoslo bien, no en una forma improvisada cuyos resultados conocemos. Que el Frente de Izquierda presente un documento, blanco sobre negro, a la discusión con el conjunto de corrientes interesadas, y se abra una discusión con plazos precisos. Desde los principios, la flexibilidad puede ser ‘milagrosa’ (con perdón de la palabra, claro), fuera de ellos es liquidacionista.


 


De Moyano-Barrionuevo al inmovilismo político


 


El pez por la boca muere. Lo demuestra esta contribución inesperada del PTS, “la tregua en la que entró la burocracia sindical y el cierre de las paritarias influyó de alguna manera para que la mayoría de las tendencias que habían convocado al 1°de Mayo  no insistieran en avanzar” (LVO, 25/9). Esto y caracterizar al Encuentro como un apéndice político de Moyano-Barrionuevo es una sola cosa. La tregua de la burocracia opositora sumió en el inmovilismo al ‘encuentro sindical combativo’. ¡Qué se puede construir realmente sobre semejantes cimientos! El PTS nos está diciendo que, junto a Izquierda Socialista, decidió paralizar el Frente de Izquierda en función de una perspectiva seguidista a la burocracia sindical. Más previsor, el Congreso del PO fundó su propuesta de un Congreso obrero y de izquierda en la necesidad de tomar la iniciativa -o sea combatir el inmovilismo que interesa a las clases y castas del ‘establishment’.


 


No solamente llamamos a los partidos del Frente de Izquierda a organizar en común el Congreso del Luna Park y las mesas y coordinadoras que trabajan por él. Llamamos a la totalidad de la izquierda que, en los últimos días viene mentando, demoradamente, la “unidad de la izquierda” (luego del fracaso de sus aventuras ‘pluralistas’ y ‘centroizquierdistas empecinadas’), a que presente sus planteos de un modo claro y por escrito, y deje de tirar improperios por los medios de comunicación. O que critique, por escrito, el Manifiesto Político del Frente de Izquierda.


 


Reivindicamos un debate de cara al conjunto de los trabajadores.