A 29 años de la última dictadura militar


Los 24 de marzo ocupan un lugar fundamental en el calendario de la lucha de nuestro pueblo, puesto que recordamos que fue el 24 de marzo del año 1976 que un gobierno de facto, apoyado por todo el arco patronal nativo y el imperialismo, se hizo cargo del aparato de Estado e implementó, desde allí, un plan de exterminio físico de todos los luchadores populares para terminar con el ascenso de las luchas obreras. Además de tener presente esto todos los 24 de marzo, ese día tiene un significado muy especial para mí y para mi familia. Es que siete meses después de producido el golpe de Estado, en el mes de octubre, son secuestrados, torturados y asesinados mi hermano Julio Gudiño y mi cuñada Gloria Domínguez. Julio y Gloria contaban con poco más de veinte años de edad, pero tenían una larga trayectoria de militancia y de lucha en el movimiento obrero. De hecho, ambos se conocieron y se enamoraron al compás de la lucha política. Julio era orfebre y trabajaba en una platería ubicada en la calle Pampa, de Capital Federal, y Gloria era una estudiante. Esta joven pareja, a pesar de tener una hija muy pequeña y de ser consciente del peligro al que se exponía, no vaciló ni un segundo en continuar su lucha por una sociedad libre de toda explotación y en combatir a la asesina dictadura militar. Hoy, a 29 años de su desaparición, quiero rendirles mi más profundo homenaje a ellos y a todos los compañeros que derramaron su sangre sin contemplaciones de ningún tipo por una sociedad más justa. Ayer lucharon ustedes y hoy luchamos nosotros, los piqueteros, que continuaremos la lucha que emprendieron ustedes y tantos otros, y la llevaremos a la victoria.


 


Este 24 de marzo marchemos junto con el PO y demás organizaciones sociales, políticas y de derechos humanos para denunciar al gobierno Kirchner, que se llena la boca con los derechos humanos, pero que no se cansa de encarcelar y de criminalizar la protesta social, como se ha hecho con las piqueteras de Caleta Olivia. Por juicio, castigo y cárcel para todos los genocidas y por la libertad a todos los luchadores populares.