A Fernando PyA

Fernando, miembro de PyA, agrupación que ganó las elecciones del centro del Nacional Buenos Aires, responde al balance de las elecciones del CENBA publicado en PO 565, para “aclarar algunas informaciones poco veraces y contestar las agresiones”. En realidad, la carta en cuestión es una monumental estafa política, que amontona un sinnúmero de falsedades.


La primera gran mentira de Fernando es su afirmación de que la campaña del Frente de Lucha (que insidiosamente atribuye a la UJS), haya sido armada o dirigida por “gente que no era del colegio”. El Frente de Lucha, como muy bien lo sabe Fernando, se reunió todo el año en plenarios abiertos donde cada estudiante participante tuvo voz y voto. En esas reuniones se resolvía la posición del FLE frente a todas las cuestiones, se decidían los volantes a sacar, la mociones a llevar a las reuniones de delegados, etc.  Esta trayectoria democrática inapelable del FLE se comprueba en el hecho de que nunca hubo una sola denuncia de manipuleo.  Fueron siempre las fracciones que renegaron del FLE las que recurrieron a métodos antidemocráticos. Es el caso de PyA, que surgió a través de reuniones realizadas clandestinamente.  Es así como los que se llenan la boca con la ‘participación’ son un fiel producto de la camarilla y la componenda.  Recordemos también a Fernando, que habla sobre ‘chicanas y manipuleos’ (aunque no pueda citar ninguno), que fue un ‘tapado’ de PyA, quien el último día de campaña repartió un volante sin firma atacando al FLE y a la UJS con un sinnúmero de falsedades.


Otra manifestación indudable de la estafa de Fernando PyA, lo demuestra el hecho de que reivindica en su carta al ‘viejo’ FLE, cuando en realidad él siempre fue su más enérgico enemigo. Nuestro polemista parece olvidarse que en todos estos años, cuando la disputa estaba centrada entre el FLE y la Franja Morada, él y los suyos jugaban a los anarquistas, absteniéndose de participar en las elecciones, en las que votaban en blanco. En nombre de repudiar a la “organización”, a la  “autoridad”, al “Estado” y “al poder”, Fernando y muchos miembros de PyA se negaban a participar del FLE (sí,  del ‘viejo’), haciéndole el juego así a la Franja Morada, la agrupación de las autoridades, el Estado y el poder. Lo que Fernando rechazaba no era a las agrupaciones, sino al FLE. Pero bastó que un rejunte sin principios y sin programa formara PyA, para que allí esté nuestro Fernando, el ‘anti-organizador’, como su más fiel impulsor.


Fernando protesta porque acusamos que PyA fue inconsecuente en la defensa del reglamento elaborado por el movimiento estudiantil. ¿Por qué se enojará? ¿Se habrá olvidado, acaso, que el sector que rompió con el FLE fue partidario de aprobar el reglamento del rector ante el chantaje de las autoridades? Sin ir muy para atrás, le recordamos a Fernando que PyA se negó a defender a los estudiantes sancionados por el rector por haber dado la vuelta olímpica. Fernando dice que para hacer la revolución hay que decir la verdad…


Frepasistas


Fernando protesta por la acusación de que PyA fue alentada por la burocracia de CTERA. Enojado, jura que es independiente y que no lo manejan ‘desde afuera’. ¿Pero Fernando, no es verdad que un día antes de las elecciones, cuando en el colegio había veda política y ya no se podía hacer campaña, la burocracia de CTERA, con Marta Maffei a la cabeza, organizó, junto a dirigentes de PyA, una conferencia de prensa a favor de- los colegios universitarios de Mendoza, posando de combativos (Mendoza está lejos) mientras dejaban pasar los ataques del rector? ¿No es verdad que fueron ustedes los que organizaron varias veces la concurrencia a la Carpa Blanca a solidarizarse con el proyecto de ‘financiamiento educativo’ que se encuadra dentro de la ley federal de educación? Este acuerdo político se demostró incluso en la conferencia de prensa antes citada, cuando los de PyA dijeron que “si se va aplicar la ley mejor que sea con presupuesto”, siguiendo al pie de la letra el libreto de la burocracia de la CTERA y del Frepaso.


El PyA procura disimular las diferencias programáticas con el FLE.  Publicó casi sin modificaciones su programa, pero omitió un punto referido a la unidad del movimiento estudiantil con los trabajadores, colocando en su lugar la frase vacía “por la verdadera democracia y la justicia”, un clásico de la sanata frepasista. Esta exclusión premeditada y expresa de la unidad del movimiento estudiantil con la clase obrera, y de su independencia frente al Estado patronal, Fernando no se toma el trabajo de explicarla.


No se nos escapa, sin embargo, que cuando Fernando y PyA hablan de “dirigidos desde afuera”, atacan la política de que la organización estudiantil se extienda más allá de las paredes del colegio, que los estudiantes se vinculen con el resto de la juventud explotada y que ésta forme parte de la lucha más general de los trabajadores contra el capitalismo. Los dirigentes de PyA muestran una limitación clásica del pequeñoburgués, incapaz de mirar más allá de su ombligo. Es así como se ha formado una ideología difusa que hace culto al  ‘independientismo’, de la cual Fernando es un típico representante, que se caracteriza por la incomprensión del papel que el Estado y las clases sociales ocupan en la sociedad y en la educación en particular. Aunque él ni lo sospecha, su ‘ideología’ no es más que un fenomenal retroceso político e intelectual. En 1918, como ya ha sido señalado, los sectores más avanzados de los estudiantes cordobeses que protagonizaron la Reforma, no sólo eran partidarios de la unidad con la clase obrera, sino que un ala de ese movimiento planteó la unidad de América Latina y la solidaridad con la Revolución Rusa.  Mientras los estudiantes cordobeses se unían con los obreros anarquistas, en una huelga general obrero-universitaria, nuestro estudiante ‘anarquista’ repudia a la clase obrera.


Pero no nos quedemos a mitad de camino. PyA no sólo ha tomado del centroizquierda su miopía política. PyA no surgió como una expresión de lucha, sino sólo para quedarse con el queso. Pero como ya señalamos, la falta de ideas y de principios indica que representan un fenómeno pasajero.  El desarrollo del Frente de Lucha (y de la UJS) será la mejor respuesta.