A los compañeros del Partido Obrero en el VIII Congreso

Compañera de Rogelio Rodríguez, asesinado en Villa Martelli el 4-12-88

Comité: Patricios – Once (Capital) 8-12-96

 

Vivimos bajo un régimen que pretende coartarnos a toda costa el Tránsito a la Esperanza de una Sociedad de Hombres Libres, asesinándonos el futuro cada día. Encerrando a quienes se rebelan en las cárceles y empujando a los más pobres a morir sin apelación alguna.

 

Sobrevivimos y luchamos contra este régimen, que mantiene a los genocidas y corruptos de ayer y de hoy, ‘democráticamente libres’ , y a Los Luchadores Populares de Siempre ‘democráticamente muertos, desaparecidos o presos’.

 

Pero… aun así —Compañeros— este régimen no podrá impedir que cabalgue sobre nuestras espaldas, conciencia y memoria, la lucha de aquellos que —“Abandonando la Larga Noche de los Sumisos”— murieron por el pan, la libertad, la tierra y el amor… Para que las Madres aún tuvieran sueños y no ruideara de hambre la panza de los pibes.

 

¡Por los caídos y traicionados en la Revolución del Octubre Ruso!

 

¡Por los caídos en combate, contra los regímenes de Batista y Somoza, en las Revoluciones de Cuba y Nicaragua, luego traicionados por la burocratización de sus dirigentes y en nombre del ‘Nuevo Orden Internacional’ —herramienta de la burguesía!

 

¡Por los 30.000 Compañeros del Campo Popular Desaparecidos!

 

¡Por Rogelio Rodríguez, Alejandro Nicolás y José Maza, asesinados en Villa Martelli el 4-12-88!

 

¡Por Víctor Choque, laburante salteño asesinado en el Sur!

 

¡Por todos los luchadores caídos bajo la llamada democracia!

 

¡Por la libertad de todos los presos políticos!

 

¡Por todos los asesinados por el gatillo fácil!

 

¡Por las María Soledad, los Wálter Bulacio y Omar Carrasco!

 

¡Por los cien pibes que nos asesinan por día antes del año de vida!

 

¡Por los setenta que mueren a diario antes de nacer!

 

¡Por la Dignidad de Nuestros Viejos!

 

En síntesis…

 

¡Por la liberación!

 

Hace ocho años, el Partido Obrero me ofreció la tribuna, durante su primer Congreso, para denunciar los hechos de Villa Martelli… Hoy me ofrece un espacio en la lucha permanente por destruir el Capitalismo y Construir el Socialismo… y aquí estoy, tratando de la mejor manera, poniendo lo más de mí, para tomar esta posta.

 

Por y para ello adhiero, humilde pero decididamente, a su línea política y las resoluciones que emanen de este VIII Congreso de los Trabajadores… Con el compromiso de darlo todo, para generar un grano de arena más en la construcción del Partido, que los trabajadores y demás sectores marginados de nuestro pueblo necesitamos. Consciente de que la lucha consecuente y sin claudicaciones es el único camino para acabar con toda la mierda de este gobierno cipayo, su dependencia y su entrega, destruir el régimen capitalista —con todo lo que ello implica— y parir —por fin— “La Revolución Socialista”.

 

Mi abrazo fraterno a todos los delegados a este Congreso ¡Por la Victoria y el Socialismo!