Accidentes en las obras de construcción

Por ignorancia, desaprensión o limitaciones económicas, los profesionales de la Construcción -Arquitectos, Ingenieros, Técnicos Constructores, Maestros Mayores de Obra- resultan la cara visible de un fenómeno con alarmante tendencia creciente en nuestro medio, que cobra vidas, lastima o mutila obreros. Los responsables de la construcción de obras no pueden eludir el riesgo de las condiciones en que se plantea el desarrollo de éstas, aunque son los obreros quienes llevan todas las de perder. Los accidentes ocurren todos los días. Muchos no llegan nunca a ser noticias. No es un tema menor. El orden monótono de la cotidianeidad de otras noticias, desplaza la de derrumbes en excavaciones, caídas de losas, estrangulamiento de vigas y columnas, desprendimientos de voladizos y balcones, caídas de vigas de metal…


Bajo el sistema capitalista, conviene que un edificio se concluya cuanto antes, abaratando costos con fondos provistos por entidades financieras o grupos del negocio inmobiliario. Todo edificio es rentable a partir de haber sido terminado, nunca antes.


En realidad, consiste en una pandilla de aventureros que presionan a los que construyen con la importancia de las variables del mercado ’, aserto que los emparenta con sus colegas de la política en curso.


Salarios miserables, perversidad en los seguros por accidentes, sistemas precarizados de seguridad, aceleración forzada de los tiempos normales constructivos con comprensión de plazos, desencofrado prematuro antes del plazo técnico de 28 días, falta de equipamiento metálico de alta seguridad, cascos, puntales, accesorios, descapacitación de los obreros, saturación de las horas de labor, desprecio por la continuidad de su trabajo, ignorancia por salarios justos, falta de acción en los gremios, desprotección legal a causa de la desregulación laboral, y una falta total de acciones conjuntas con otros afectados por la política imperante, son un sistema infalible para convertir en víctimas a los obreros y a los profesionales de la Construcción.


La explicación de lo inexplicable habrá de llegar con un Gobierno de Trabajadores que ponga coto al negociado inmobiliario y en cana a sus artífices. Pero también puede llegar antes si los obreros se organizan, tan bien y hasta lo pueden hacer mejor que los tránfugas que los explotan.


Atentamente.