Asamblea Popular de Morón, una experiencia revolucionaria

Aníbal y Oscar

A mediados de enero, con la fuerza del cacerolazo y del Argentinazo surge en Morón un organismo que reunirá a luchadores, participantes de las luchas que en quince días habían volteado a dos presidentes y a un superministro que en la práctica estuvo a cargo del gobierno.

 

A partir de ese momento comienza a destacarse en acciones directas acompañando la experiencia y la evolución coordinada con el resto de las Asambleas Populares. El 11 de febrero, escrache a todos los bancos que tienen sucursal en nuestra ciudad, oficiales, privados, nacionales, extranjeros y cooperativos. El 15, al Concejo Deliberante municipal y a las empresas públicas privatizadas, exigiendo el cese de los cortes de los servicios por falta de pago; esa misma noche se va a Plaza de Mayo junto al Bloque Piquetero Nacional, garantizando de esa manera la realización de su congreso en esa plaza.

 

Respecto al movimiento obrero, hemos participado del corte en Puente Liniers durante el paro del 29 de mayo; ayudamos a los trabajadores de Caro Cuore a derrotar los planes ajustadores de su patronal; con los trabajadores de TBA (Ferrocarril Sarmiento), con la amenaza de corte de vías, impedimos despidos anunciados, y a una represalia contra un ejecutivo de la Seccional Haedo de la Unión Ferroviaria, la transformamos en pedidos de disculpas y compensación de los daños causados al compañero. Actualmente acompañamos a los trabajadores de Transporte del Oeste, en su lucha contra el intento tripartito (patronal, burócrata sindical e intendente “progre”) de hundir la experiencia de control obrero en esa empresa.

 

Respecto al movimiento piquetero, participamos de la Asambleas del 22 y 23 de junio, y del 29 y 29 de setiembre; fuimos a Plaza de Mayo el 26 y 27 de junio, y estuvimos en los cortes de los días 26 de junio y 26 de agosto. Marchamos desde el Obelisco en el Acampe del 7 de agosto. También fuimos a Mercedes en el tren por la reestatización, con control obrero, iniciativa que une a los trabajadores y al conjunto del pueblo que era beneficiado por ese servicio, cuyos habitantes quedaron de a pie (Menem lo hizo). Y cuando funcionarios municipales quisieron cortar la asistencia a un merendero diciendo que lo hacían porque lo organizaba el PO, no sólo cortamos con los vecinos durante 6 horas una calle céntrica, sino que con el listado de los grandes deudores de impuestos en la mano dijimos que les íbamos a cobrar nosotros si no aparecían los fondos suficientes para el merendero, logrando que no sólo apareciera la leche, sino que llegó con alfajorcitos y hasta una combi para movilizar a los chicos cuando haga falta. Esta asistencia del municipio es la única que se mantiene vigente en la actualidad.

 

Por último, hemos participado en el repudio a las agresiones a los asambleístas en Merlo, y en la recuperación de espacios para uso de la comunidad y de la lucha junto a otras asambleas.

 

La Asamblea Popular se ha declarado anticapitalista y antiimperialista. Aunque todavía no ha definido ninguna consigna de poder. Sí se ha declarado en contra del proceso electoral como una manera de solución a los problemas.

 

La posible evolución de la Asamblea dependerá de la evolución en su conjunto y del curso de acciones que defina el Bloque Piquetero Nacional, al cual hemos estado acompañando siempre.