Carta Abierta a la Comisión Argentina por la Libertad de los Presos Políticos

El mismo día en que se realiza­ba en la UTPBA el acto en defensa de Brodsky, la Comisión por la Libertad organizó un recital con Gieco y el pianista M. Estrella bajo la consigna “Libertad a los presos políticos. Cese de las persecuciones”. Como las acti­vidades se superponían, dos com­pañeros del PO fuimos al recital, en adhesión al mismo, y para con­vocar a los asistentes a movilizar­se el día del juicio a Jorge Brodsky. Al llegar, les planteamos a los organizadores del recital que que­ríamos anunciar por el micrófono —o que ellos lo hicieran— la con­vocatoria al juicio, pero se nos res­pondió que “sólo se iban a leer cartas de los compañeros pre­sos”. Sorprendidos con la res­puesta, quisimos explicar que, tratándose de un juicio inminente a un trabajador perseguido por la patronal menemista, y en un reci­tal por el “Cese de las persecu­ciones”, era muy importante plantear la movilización en defen­sa de Brodsky. Se nos respondió entonces que “ése era el acuer­do con todos los partidos”, lo cual nos sorprendió aún más, ya que el PO había participado en todas las movilizaciones convoca­das por la Comisión por la Liber­tad de los Presos Políticos; el que firma y el mismo Brodsky había­mos participado en varias de sus últimas reuniones, e incluso com­pañeros de la Comisión se habían integrado a la comisión de defensa de Brodsky que funcionaba en la UTPBA. Se nos dijo, después, que “si planteaban lo de Brodsky había que plantear también lo de Quebracho o Panario”, a lo cual respondimos que por supues­to, había que llamar a movilizar en defensa de estos compañeros, con juicios inminentes. Cuando se nos dijo que el problema era que “los artistas no querían que se diga algo más”, se nos agotó la paciencia y optamos por repartir la convocatoria entre el público e intentamos hablar con los orado­res y los propios artistas. Como no nos dejaron hablar con los artis­tas, hablamos con Osvaldo Bayer, que era el orador, quien muy dignamente tomó el proble­ma, incluyendo el caso Brods­ky en su denuncia a las perse­cuciones. Pero con todos estos obstáculos, finalmente no se anunció por el micrófono en forma clara la convocatoria a movilizar­se el día del juicio…


Todo esto revela una política de despolitización promovida por la propia izquierda. Esta política sabotea los objetivos que se plan­tean conseguir.