Esta carta va dirigida a mis queridos compañeros que defienden la EET nº 6 “Quilmes”, la Educación Pública y el valor más preciado, la dignidad como seres humanos.

A Ustedes me refiero, mis estimados alumnos de la EET nº 6 “Quilmes” y a su Centro de Estudiantes, porque yo que viví, en época de adolescente, tiempos en los cuales se forman los ideales claros de libertad, que un proceso militar perverso intentó soslayar pero no pudo, pues en la lucha me templé y sobreviví a una generación, en la cual se había instaurado el miedo.

Hoy veo con alegría que vuestros padres también lo hicieron pues. Ustedes, mis queridos alumnos, en estas jornadas plenas de sacrificios en defensa de nuestra Escuela Pública y por la derogación de esta infame y nefasta Ley Federal de Educación, demostrarán una vez más que tienen firmes sus ideales y crece día a día la estima ante quienes quieren quitarles sus legítimos derechos; tengo claro que van a defender la Escuela hasta las últimas consecuencias, porque Ustedes no tienen miedo, saben a pesar de su corta edad y poca experiencia que la lucha que se pierde es aquella que nunca se comenzó.

¡¡Gracias!! por tener claros los principios de compañerismo y unidad.

¡¡Gracias!! por no dejarse doblegar, ante un modelo de gobierno que pretende convertirlos en mano de obra barata; mientras quieren que crean que estamos ubicados en el “primer mundo”.

¡¡Gracias!! mil veces gracias por saber: que las grandes luchas las piensan los locos santos, las realizan los cuerdos creativos, las disfrutan los vivos sanos y las critican los inútiles crónicos y faltos de autoestima.

Que este ejemplo por Ustedes puesto de manifiesto en la jornada de lucha en nuestra escuela, sirva para demostrarles a esos crónicos inútiles que al enemigo no se lo debate, se lo combate, y que cada vez somos más los que nos sumamos a esta lucha y en defensa legítima de nuestros derechos.

Adelante compañeros, gracias por ser como son.

Atentamente.