Carta de una nueva lectora de Prensa Obrera

Me llamo Liliana, trabajo en un diario conocido, nunca pensé en escribir lo que realmente pienso y gracias a este medio de comunicación, Prensa Obrera, y a este partido, al que hace poco me suscribí, estoy muy contenta, porque tiene las mismas ideas que yo. Estoy segura que ustedes, que están leyendo el diario, aunque algunos no estén afiliados, compartirán lo que voy a escribir.


En lo que a mí respecta, estoy cansada de lo que está pasando, que nos están pisando la cabeza cada vez más a nosotros, “los obreros”, que gracias a nosotros, ellos se están llenando los bolsillos, y cuando se llenan bien los bolsillos son capaces de cerrar (la empresa), y después tienen el tupé de decirnos que están en quiebra, y nos echan como a perros, que un poco más hay que mendigarles para que nos paguen lo que nos corresponde.


A mí, particularmente, estas cosas me repugnan, pensar que trabajamos a “full”, cumplimos horarios, no faltamos, salvo si hay una enfermedad, y encima, cuando te mandan el médico de la empresa, te dice que no es nada, y te mandan a trabajar. A mí me ha pasado, pero no me importó, lo llamé cuantas veces fue necesario.


También, cuando uno sabe de todo un poco, la empresa te tiene de aquí para allá, como la pelota de ping pong. ¡Cómo te manosean!, cuanto más sabés, más se aprovechan. Por supuesto, todo por el mismo sueldo, y es más, encima tenés que hacer tareas que nada tienen que ver con tu trabajo en la empresa.


¡Cómo se aprovechan de las circunstancias que estamos viviendo! Como no hay trabajo, total si uno se va, detrás de nosotros hay mil esperando.


Esto no es nada, hay muchos temas más, por ejemplo la salud, la docencia, los impuestos, etcétera; pensar que algunas personas dicen que estamos muy bien, yo no entiendo. Sí, bien para los empresarios. ¿Y nosotros qué?, ¿quién lucha por nosotros? ¡Por eso tenemos que luchar! Unirnos todos para que no nos marginen más, no nos usen más, que nos paguen realmente lo que merecemos, porque esto es realmente una vergüenza, cuanto más trabajamos, más nos usan. ¡Ya basta! Unámonos todos, todo se puede si uno se lo propone.


Bueno, gracias por la posibilidad de expresar lo que siento, aunque me quedé corta, pero si tengo que escribir todas las cosas que pienso no me alcanza el diario.


Por eso, lectores, no se olviden, ¡¡¡la unión hace la fuerza!!!