Conadu Buenos Aires, Respuesta a los compañeros Ricci y Mosquera

La carta de los compañeros Ricci y Mosquera confirma, en primer lugar, la caracterización del artículo de Prensa Obrera sobre el acto que cerró la “Jomada de lucha” convocado en Buenos Aires el último 22 de abril:


a) En nombre de las contradicciones “que alberga el movimiento estudiantil”, Mosquera y Ricci reiteran que se opusieron a que en el acto de la FUBA-Aduba hablaran dirigentes de otras corrientes que no fueran las de… la Unión Cívica Radical. Es decir, que actuaron como cómplices de la proscripción al movimiento estudiantil que más activó por darle impulso y contenido a tal “Jomada”. En particular, de las corrientes estudiantiles de izquierda y combativas de la Facultad de Sociales que junto a la Gremial Docente de la misma hicieron de lejos, muy de lejos, el mayor aporte al mencionado acto. El punto de vista de que el movimiento estudiantil debe ser tutelado, que no puede realizar actos en los que se expresen sus diversas tendencias y requiere en este caso, que los “profesores” aporten a la censura con el peso de su organización gremial es simplemente el de la reacción política Los compañeros debieran reflexionar más sobre sus propias “contradicciones” y dejar que el movimiento estudiantil resuelva las suyas.


b) Que el criterio proscriptivo de los compañeros Ricci y Mosquera está muy elaborado se revela en el hecho de que confirman en su carta que “tampoco estaban de acuerdo” en que hablaran en el citado acto los compañeros ae la gremial de Ciencias Sociales. Es decir, de los representantes de la Asociación Docente que han protagonizado, sin lugar a dudas, las acciones y movilizaciones más importantes del último año, y que encabezan uno de los agrupamientos de Aduba en oposición al que dirigen los propios Mosquera y Ricci, corriente que si habló en el “acto” por medio de Ricci. Lindo concepto tienen de la democracia sindical los compañeros que, sin embargo, fingen horrorizarse por haberlos acusado de “proscriptores”


Es una completa impostura política de los compañeros que el reclamo elemental y democrático de que los representantes docentes de Sociales compartieran la tribuna del acto del 22 “significaba transformarlo en un acto de PO” y, como es una tontería, ni siquiera pueden explicar en qué consistiría tamaña “transformación”, esto cuando el acto estaba dirigido por compañeros estudiantiles y docentes que nada tienen que ver con el PO, y en el cual hicieron uso de la palabra la FUA, la FUBA, la Conadu y el mencionado Ricci. Pero, siendo una tontería, es un argumento que raya en el maccarthysmo y cuya única función, otra vez, es justificar su incontrolable afán proscriptivo. Acá están en debate el papel no de dirigentes partidarios sino sindicales y no vemos por qué debe discriminarse en función de la afiliación o no de tal o cual compañero a un partido. Los compañeros de Sociales, al revés del criterio proscriptivo de los compañeros, propusieron que en el acto se expresaran con toda libertad todas las tendencias que aportaban a la realización de la jornada.


En cualquier caso y, conforme la particular forma de razonar de los compañeros, prefirieron que el acto fuera “copado” por la UCR. Ahora bien, ¿se deduciría de este mismo equivocado razonamiento que el compañero Mosquera no debiera hablar nunca más en nombre de Aduba ya que pertenece al Ptp, o sea a un partido que no ha vacilado en reivindicar al lopezrreguismo y al gobierno de Isabel Perón, que integró las listas menemistas en la últimas elecciones y que ahora pretende hacerlo bajo el ala del coronel Rico?


La impostura mayor no está no obstante en lo que la carta dice sino en lo que no dice. Es que la misiva fue enviada un mes depués de los acontecimientos. Exactamente cuando se lanza la campaña electoral en Aduba, que confronta a dos listas: la que encabeza Mosquera y Ricci y la Naranja, apoyada por la Gremial de Ciencias Sociales y numerosos docentes de otras facultades. Exactamente también cuando los compañeros Ricci y Mosquera se han opuesto a firmar una acta-compromiso de las listas participantes para que la elección de la próxima dirección de Aduba se concrete mediante la distribución proporcional de los cargos y no según el criterio proscriptivo del estatuto vigente. Un estatuto que otorga una representación completamente “trucha” a las minorías y que copio, en este aspecto, las peores características de los estatutos marysanchistas de la Ctera. Ricci y Mosquera pretenden indignarse por la acusación de “proscriptores” de un hecho sucedido casi un mes y medio atrás para encubrir esta nueva maniobra proscriptiva en el sindicato.


Conclusión: no por casualidad la lista Naranja, opositora a los compañeros en arbola, entre sus principales banderas la de la “democracia sindical”. Contra las proscripciones de cualquier naturaleza, por un sindicalismo independiente y de lucha.


3/6/93