Concursos en Teoría Psicoanalítica (La Plata)

Señor Director del semanario Prensa Obrera:


Quiero agradecer la declaración pública que emitió la agrupación del Partido Obrero en la Universidad de La Plata. Única claramente definida en repudio al dictamen de los concursos de la cátedra Teoría Psicoanalítica.


Más allá del caso particular de este concurso, sería necesario un debate mucho más amplio sobre la naturaleza y metodología de los concursos universitarios y del funcionamiento de las instituciones, resultado de la herencia de la ya casi centenaria Reforma Universitaria de 1918.


Hay otro aspecto que deseo señalar y que no es ajeno a la política nacional. Una calumnia injuriosa circuló en el ámbito de la Facultad, reiterada en los meses anteriores a la sustancialización del concurso. Esa calumnia pudo haber influido indirectamente en el ánimo de algún jurado y finalmente resultar decisiva cuando el dictamen fue de 3 votos contra 2. La infame denuncia fue de complicidad del titular de cátedra, Dr. Rolando Karothy, con la derecha peronista encabezada por la Misión Ivanisevich de 1975 y posteriormente con la Dictadura Militar, teniendo por toda prueba que fue nombrado docente por primera vez en junio de 1975 y obviando todo su compromiso -firma de solicitadas, participación en actividades, etc.- durante todo el proceso militar. La denuncia por injurias dio lugar a un fallo, en primera instancia, favorable a la demanda, es decir al Profesor Karothy.


Independientemente del tema judicial, este hecho no es ajeno a la política nacional, porque es una lectura parcializada de nuestra historia reciente. Y es curioso que aquella nefasta Misión Ivanisevich haya sido una política establecida en aquel entonces por el mismo partido que actualmente ejerce el gobierno nacional, partido que tiene la habilidad de reciclarse para empezar cada vez como si fuera nuevo (el cambio recién empieza -fue su última consigna electoral para sucederse a sí mismo-). Por otra parte desde esos mismos sectores se realiza una lectura de la historia reciente que desdeña toda la militancia no peronista en la resistencia a la última dictadura militar.


Como le escuché decir a un veterano militante peronista que brindó su testimonio en favor de Rolando Karothy, militante de sobrados méritos y que padeció la cárcel en aquellos años -me refiero al profesor Ernesto Villanueva-, podríamos hablar de "malversación histórica". Es un concepto interesante: así como llamamos "malversación económica" a lo que es la apropiación de recursos económicos públicos para fines personales, también podríamos hablar de "malversación histórica", apropiación de la historia haciendo una revisión y lectura sesgada en beneficio de intereses personales.


Obviamente la historia siempre será objeto de debate y múltiples interpretaciones, y está muy bien que esos debates se realicen. Pero la "malversación" a la que me refiero no está al servicio de enriquecer el debate, sino de intereses espureos.


En sus comienzos en los años 50 del siglo pasado, el peronismo dio origen a lo que se denominó el estado prebendario. Prebendas que beneficiaban a los amigos y aseguraban fidelidades.


Hoy día una política de subsidios y manejo de los fondos públicos también busca asegurar fidelidades. Intendentes y gobernadores dependen de los fondos del Estado nacional. ¿No sucede algo parecido con muchos artistas e intelectuales, y lamentablemente incluso en ciertos sectores de los Derechos Humanos? Palabras rimbombantes con pretensiones "principistas", vacías de contenido pero acompañadas de cargos públicos, subsidios para publicaciones, películas y proyectos universitarios, viajes al exterior, o directamente asignaciones monetarias, conquistan voluntades y cooptan dirigentes e intelectuales.


Queda entonces pendiente una construcción de la historia desde una perspectiva independiente de los poderes del Estado y del partido gobernante. Para esta tarea no tendremos ningún subsidio. Si no la hace la izquierda no la hará nadie y se seguirá contando esta "historia oficial".


Agradezco nuevamente y lo saludo atentamente,