Mucho de Sur, poco de Patria y nada de Libres

Correo de lectores

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Patria Libre, autoproclamada “Libres del Sur” desde su incorporación al kirchnerismo, ha anunciado su salida del gobierno. Su ruptura no puede ser analizada por fuera del agotamiento del gobierno nacionalista burgués del matrimonio K frente a la crisis capitalista.

El oportunismo de estos elementos “piquetruchos” ha llegado a un límite insuperable. Su dirección (Tumini-Ceballos) ha comprendido esta situación con los reflejos de una tortuga.

El gobierno nacional fracasó en la construcción de una fuerza progresista “a la europea” y ahora se encuentra en manos de los punteros municipales del conurbano y la burocracia moyanista. Esto es lo único que sostiene a los Kirchner hoy. Hace tiempo que la burguesía está tejiendo alternativas políticas.

No obstante, lo que en líneas generales parecería positivo, ya que se trata de un “movimiento social” que renuncia a sus cargos gubernamentales “por izquierda”, no deja de ser una acción consecuentemente oportunista. Si hubieran entrado en el reparto de la burocracia justicialista seguirían como verdugos del “proyecto nacional”.

“Setentistas” deshauciados que han llegado tan lejos como enviar misiones diplomáticas a Bolivia para reventar la insurrección de su pueblo. La alcahuetería no puede ser un método de construcción política.

Ahora Tumini dice que “el kirchnerismo se volcó al PJ y dejó de contenernos” (La Nación, 4/12). Un caradura… sincero. Efectivamente, entre la crisis y la pejotización, se ha cerrado la canilla financiera para agrupaciones sin ninguna importancia en el esquema del poder. Ya nos son útiles para la “gilada”.

Los errores políticos se los cobra la Historia, sin exepciones. Se equivocaron ayer, y lo hacen hoy, porque no han comprendido jamás la dinámica de la lucha de clases y la naturaleza del nacionalismo burgués. Deberían tomar nota “las Madres”.

Pero sobre todo, los “pibes” de “Evita y el Che” deberán reflexionar acerca de sus contribuciones militantes a una causa anti-nacional y capitalista. Con el kirchnerismo, la “patria” está “liberada” como lo está el conurbano con la policía bonaerense.

El camino de la “liberación” no puede ser otro que el de la construcción de una alternativa política independiente, obrera y socialista.