De Carlos Omar Gil

DE CARLOS OMAR GIL

Setenta días de cana no fueron suficientes para hacer recular a tres militantes piqueteros en la idea de que la única y real salida a esta crisis es sacarnos de encima a este lastre que son los representantes políticos de la burguesía. Como reza el dicho: “lo que no mata fortalece”; y estos tipos, junto a una Justicia a la medida de sus necesidades no han logrado acabar con la creciente movilización popular, judicializando la protesta e incluso agitando a los cucos, guerrilla, narcotráfico, tiradores de elite.


Podría parecer que la cárcel es el rincón para los derrotados, un lugar de llanto y arrepentimiento, sin embargo esto puede transformarse en un bastión de lucha para quienes tenemos una perspectiva y nos organizamos en un partido político internacionalista, que ante el avasallamiento de las principales libertades, redobla la apuesta y enfrenta con más movilización la jugada de estos represores. Quien esté sostenido por semejante organización no puede decaer jamás y esta fortaleza de unos y otros ha logrado que esta burda patraña de hacernos pasar por violentos sediciosos, se caiga ante la falta de sustento político para con estos jueces oligárquicos, que son resabios de la dictadura.


Seguiremos hasta la victoria.