Correo de lectores
24/2/2000|655
Desocupación
Seguir
Hambriento de justicia vaga el pueblo entre el futuro y el pasado si hoy es una ola encrespada.
Un salivazo amargo entre los dientes, cabalga cargado de impotencia.
Y es una sombra de sangre que golpea el luto de la ciudad callada. Su andar triste y vagabundo es un cross que quiere liberarse de un apretado puño enardecido por corruptos gobernantes, ministros y otros asesinos perversos de garras y pezuñas, yo los acuso:
Por matar a estudiantes y niños y por transformar estos tiempos en tiempos de mentiras, de sombras y cenizas…