El absurdo no es reaccionario


Varias notas se publicaron en Prensa Obrera sobre los crímenes de Cromañón, motivos y consecuencias. Me parece muy valioso el hecho de que el Correo de Lectores sea un espacio cada vez más utilizado por los trabajadores que leen nuestro periódico. En PO Nº 885 hubo varias notas en esta sección que tocaron ese tema.


 


Quiero referirme a la escrita por el compañero H. Di Marzo (titulada “¿Qué tragedia?” La masacre de Cromañón”). Su escrito parece tratar de explicar por “la teoría del absurdo” algunos percances cotidianos que le podían impedir mandar dicha nota. Más allá del tema Cromañón, en mi opinión, intentando avanzar por el absurdo se le fue la mano, ya que terminar la nota diciendo: “Me despido… porque me olvidé de pegarle a mi mujer”, es haber perdido por completo la razón, usando una frase reaccionaria y más propia de la barbarie capitalista que él mismo cuestiona en renglones anteriores. Así como no se puede confundir tragedia con masacre, tampoco es válido comparar chiste con violencia y abuso.


 


El absurdo puede ser una buena forma de escribir un texto, pero en este caso no agrega nada a la explicación general, y es más: me deja el sabor amargo de que un elemento como el maltrato familiar, que sufren, sobre todo, mujeres y niños, se pueda usar livianamente como cierre de una nota, publicada justamente en el periódico del Partido Obrero, un partido donde las mujeres sabemos que tenemos un lugar para luchar –sin demagogia ni charlatanería– por nuestras reivindicaciones de género; así como por nuestros plenos derechos como trabajadoras de construir una sociedad distinta y mejor para todos.