El capitalismo en primera persona

Correo de lectores

Me presento, soy el capitalismo. Te saco todos los recursos naturales por las “buenas”, negociando con el gobierno de turno o por las malas, te invado militarmente; inmediatamente me vuelvo rico obteniendo de esta manera el poder absoluto.

“Invierto” para que una clase trabajadora satisfaga en primer lugar mi propia necesidad de productos y servicios.

Genero pobres para tener siempre mano de obra o “recursos humanos”.

Mantengo una Iglesia y permito todos los cultos posibles para que sostengan la esperanza de soluciones divinas.

Creo un sistema financiero para garantizar renta a futuro; es decir, explotación de futuras generaciones aseguradas con artilugios económicos.

En fin, gracias al egoísmo de las personas me mantengo de pie, ese es alimento de mi existencia.