El Jüdenrat por la boca muere…

Seba de Tigre

En una entrevista que le realizaron en el programa de radio Basta de Todo, que conducen Matías Martin y Gabriel Shult, José Pablo Feinmann cometió un exabrupto que se destacó entre la sarta de barrabasadas que había dicho. En su afán por encubrir a La Cámpora, va más lejos que cualquier camporista de pura cepa, y queda en off side. Al dar un ejemplo de “la nueva forma de hacer política” dice: “La nueva forma de hacer política, es hacerla sin la guita, que la política no sea una forma de trepar en la carrera de la fortuna, en la carrera del dinero… la nueva forma de hacer política sería… la que se está haciendo ahora, ¡eh!”. Y continúa en un tonito de sorpresa “…Ahora se está viviendo un momento muy importante… Militancia, jóvenes que se comprometen, organizaciones que llevan nombres como La Cámpora!”. ¿El filósofo pecará de ingenuo? ¿No sabrá que la suma de los salarios de los pibes Recalde, Kiciloff, Larroque y Saavedra, que son la primera línea de la “militancia” camporista, da más de 145 mil pesos? Luego hace una pausa para introducir una anécdota con la que pretende mostrar la supuesta altura moral de los muchachos de La Cámpora, pero con la cual no convence ni al payaso de “6,7,8,” “Cabito”, “…El hijo de Firmenich, creo… fue a La Cámpora. No lo aceptaron. Le dijeron, aquí, ni vos ni tu viejo entran. ¡Que esto se sepa! ¡Es muy importante!… o sea nada de violencia”. El ser el hijo de Firmenich sería para el filósofo, el símbolo de la violencia. Al Jüdenrat le molesta más la violencia simbólica del hijo de Firmenich, que la violencia real de los Pedraza, compañeros del “proyecto” nacional y popular. Pero resulta que al que le negaron la entrada por ser el símbolo de la violencia es el gerenciador de La Cámpora, nada menos que en Barcelona. La agrupación cuenta con un inmueble, ubicado en la barriada obrera de “des Sants”, con microcine, biblioteca, salón de actos y sala de informática (Clarín, 22/5). Y todo esto, según el filósofo, ¡sin guita! Sólo con las virtudes de “la nueva política”.