A raíz del proyecto de ley antipiquetes del Gobierno, la oposición derechista (en especial Macri y Massa) lo ha aplaudido a rabiar, más allá de “criticar” que lo han hecho tardíamente y que los K “han tolerado” durante la década, esta modalidad de protesta.

La realidad, sin embargo, nos dice lo contrario. Debemos recordar que apenas asumido el gobierno de Nestor Kirchner en 2003 -en medio de los coletazos de la bancarrota capitalista y la rebelión del Argentinazo- se dió la imperiosa tarea de desarmar al movimiento piquetero, para acometer su objetivo de “reconstruir la burguesía nacional”. Para ello, apeló a dos medidas: una, la cooptación de un sector de las organizaciones piqueteras, el mas emblemático la FTV de D´Elia e, inicialmente, la CCC de Alderete (pasándose este último, años después, al campo de la oposición sojera). La otra, el intento de la creación de una “brigada antipiquetera”, cuestión que tuvieron que recular luego, por las grandes movilizaciones populares dispuestas a no aceptar ese atropello, las mismas coreaban “¡La brigada se la meten en el…!”. Los goPrensbiernos kirchneristas, tienen un prontuario frondozo de ataques a los reclamos obreros y populares (que llevan al piquete, como método sine qua non). Llevan el gen de los apaleos a las asambleas populares de Río Gallegos en 2002 y tener durante años como funcionario, al enemigo número uno de los piqueteros, Aníbal Fernández, uno de los responsables políticos de la masacre de Puente Pueyrredón. Podemos mencionar también, las brutales represiones a docentes y petroleros en Santa Cruz (¡con los condenados de Las Heras!); la represión a los piqueteros cuando intentaron acampar en Plaza de mayo en 2008, mientras toleraba a los sojeros en el Congreso; el aval a los gobiernos “feudales” de los Insfrán, Zamora, para aniquilar a los comunidades indígenas y campesinas; la aplicación de verdaderos estados de sitios ante los bloqueos ambientales para impedir la megamineria; la tercerización de la represión a través de las patotas sindicales, por caso, el asesinato de nuestro Mariano Ferreyra de parte de los Pedraza y compañía y el procesamiento de los más de 5.000 luchadores populares, entre otros.

Hay que añadir a lo descripto, al rol del kirchnerismo ante el “Piquete de la década”: La lucha del pueblo de Gualeguaychu contra la pastera Botnia en Uruguay. Con esas movilizaciones y cortes inolvidables en los puentes, que conmovieron al país y al mundo. Aquí al principio, primo la demagogia K, cuando Nestor K fue a hablar alguna vez a Gualeguaychu y dijo “que los apoyaba”. Pero, entre bambalinas, apelaron a las patotas del ex gobernador Busti (en su momento aliado K) para amedrentar a la asamblea ambiental y con la cooptación de la abogada de la asamblea, Romina Picolotti, designada Secretaria de Medio Ambiente. En verdad, el kirchnerismo siempre estuvo en el frente único internacional (con la Corte de La Haya, el gobierno uruguayo, etc.), para destrozar a los tenaces asambleístas entrerrianos. Por otra parte, CFK en 2010, dijo que no se podían tolerar mas los puentes cortados y reclamo a la justicia argentina, el porque ningún integrante de la asamblea de Gualeguaychu fue preso.

En la etapa de disgregación del kirchnerismo, el hecho de presentar una ley antipiquete, nos muestra su rostro tal cual fue y es: que nunca toleró la protesta social y que son antipiqueteros por naturaleza.

Gastón Fernández (Luján)