El sistema de reparto es confiscatorio

En el Correo de Prensa Obrera, el compañero Eduardo Martínez comenta que en una asamblea de Parque Patricios se votó "defender el sistema de reparto, con el 82% móvil sobre la base de aportes patronales. Y las Afjp deben ser disueltas incorporando sus fondos al sistema nacional único de jubilaciones y pensiones" (subrayado mío).


El llamado sistema de reparto es un régimen de crisis. Después de expropiar los fondos acumulados por las Cajas jubilatorias durante los ‘50 y ‘60 y hacer la vista gorda ante la evasión patronal, la burguesía planteó que sólo podía repartir entre los jubilados lo que ingresaba, justificando así la reducción permanente de los haberes jubilatorios. Se trata de un mecanismo de "ajuste perpetuo" de las jubilaciones.


Nuestro objetivo no es entonces "defender el reparto" ni buscar la viabilidad de un sistema jubilatorio bajo el capitalismo, posturas propias del kirchnerismo y sus aliado, la CTA. Ambos intentan ocultar que utilizan el aumento de la recaudación previsional para alcanzar el 3% de superávit fiscal que destinan al pago de la deuda.


Nosotros debemos partir de la crisis jubilatoria para plantear la expropiación de la jubilación privada, la disolución del régimen de reparto y la reorganización de todo el régimen previsional, como parte de la reorganización obrera y socialista de toda la sociedad. Esta es la única forma de garantizar el 82% móvil, sobre salarios que partan de un mínimo equivalente al costo de la canasta familiar.