Epopeya de la cacerola

(Tango)


He partido del eco más profundo


a resonar por los aires y las plazas


continente habitual de las delicias


sólo el rencor anida en mis entrañas.


Pero he sabido cumplir el cometido


musical, como el martillo en la fragua


y demostrar mi origen laborioso


más elocuente y feroz que mil palabras.


He superado la soledad de mi cocina


y convocado con tesón a mis hermanas


que forman coros por todas las esquinas


y encolumnan multitudes de esperanzas.


Ya no voy a recluirme en esta vida


porque se acerca la hora señalada


en que el modesto fulgor de mi estructura


imponga los destinos del mañana.


Y después de haber cambiado mi sentido


y atronado musical en la batalla


volveré a contener naturaleza


y prometer las delicias de la casa.