“¿Es ésta una prensa revolucionaria?”

30 de enero de 1994


Estimados compañeros:


A finales de 1993 “Prensa Obrera” ha publicado una serie de “cartas de lectores” de feministas debatiendo al PO sobre el Encuentro de Tucumán. La reproducción de estos movimientos en Argentina tienen, ¡vaya casualidad!, mucha semejanza con los movimientos existentes aquí en EE.UU., donde los partidos de la izquierda no han tenido mayor influencia en los últimos 60 años. Así, existen organizaciones tradicionales agrupando a negros: MACCP; chicanos: MALDEFF y MARA; indios: AIM; homosexuales y lesbianas: ACT-UP y otros; AFL-CIO agrupando al 15% del total de trabajadores y NOW, la organización nacional de las mujeres, entre otras.


La política divisionista y contrarrevolucionaria de estas organizaciones hace posible que los burgueses se maten de risa camino al banco, como dicen por estos lares. Así, los negros culpan a los blancos e inmigrantes, en general, de robarles sus trabajos. Los chicanos culpan a los blancos, negros y otros inmigrantes, en general, de discriminación hacia ellos. Por su parte, los indios culpan a los blancos, en general, por su situación y quieren volver el reloj 500 años para atrás. Los homosexuales y lesbianas acusan a los heterosexuales de homofobia mientras se mandan una manifestación de casi un millón de personas para exigir que se les permita ingresar a las fuerzas armadas imperialistas, supongo que para poder participar en las matanzas a través del planeta. Acá viene al caso la posición del PO de apoyo al servicio militar obligatorio, una posición que pretende deslindar al partido de la responsabilidad de preparar los cuadros y destacamentos para las tareas armadas de la revolución. ¿Desde cuándo la burguesía ha preparado a los soldados para la lucha revolucionaria? ¡Como si faltaran ejemplos de ejércitos de conscriptos llevando a cabo masacres contra el pueblo en América Latina!


En cuanto a la AFL-CIO, no sólo no se ocupa de organizar a los no sindicalizados, mucho menos de lanzar huelgas, sino que mantiene sus filas divididas por raza, sexo, etc. En cuanto a NOW, lesbianas, neomalthusianos, abortistas y afines, el enemigo principal es el hombre.


Lo que tienen en común estas organizaciones es que todas adoptan la ideología y verborragia anticomunista del sistema. NOW se ha destacado en los últimos años por su campaña en defensa del aborto. Con respecto a la cuestión, todo revolucionario debería leer el artículo sobre “La clase obrera y el neomalthusianismo”, escrito el 6 de junio de 1913 y publicado en el Nº 137 de Pravda; se puede encontrar también en el libro sobre “La emancipación de la mujer”, editorial Progreso, Moscú, 1978.


Uno de los “triunfos” de las feministas, lesbianas y neomalthusianos ha sido lograr que la Corte Suprema le aplique la ley RICO a “Operación Rescate”, una organización de derecha con enfoque religioso que lleva a cabo manifestaciones y ataques en contra de clínicas y médicos involucrados en el negocio del aborto. La ley RICO era una ley que sacó el gobierno para combatir a la mafia después de la Segunda Guerra Mundial; supuestamente castiga la asociación ilícita con fines de lucro. Ahora bien, con la nueva interpretación de la Corte Suprema, esta ley  podría aplicarse a obreros en huelga y a sus sindicatos, ya que la misma ataca la libertad de piquetes o de ocupar una fábrica, mientras al mismo tiempo responsabiliza a la organización por acciones individuales, abriendo el camino para su destrucción gracias a los abortistas. Este es sólo un ejemplo, muchas de estas organizaciones “progresistas” hoy se suman a la campaña del sistema de tratar de sacar las armas de las manos de los civiles, en nombre de la campaña contra el crimen y la violencia. Claro que ninguna de ellas llama a desarmar a las fuerzas armadas imperialistas responsables de millones de muertes a través del planeta.


Muchos de los dirigentes de estas organizaciones, como la expresidenta de NOW, Eleanor Smeal, son antiguos “amigos de la Unión Soviética”, como los llamaba el stalinismo y a los que León Trotsky caracterizó tan correctamente que, “cuanto más de estos amigos la revolución hace en Occidente, tanto más se aleja de sus objetivos socialistas”. Por supuesto que hoy todos reniegan de su pasado, lo que trae a colación esa “perlita” de cartas de la Coledesky y la Schejter, que suenan como dos auténticas criollas de la villa, o quizás más acertadamente como auténticas representantes del Encuentro de Tucumán = Negación de la absoluta necesidad del partido revolucionario y negación del rol primordial de la clase obrera en la destrucción del sistema de explotación y opresión. Como correctamente acotara Marx: “La pequeña burguesía es la escoria de la sociedad”.


Por último, lo que me intriga es: ¿Cuál puede ser el beneficio de otorgarle tanto espacio a estos elementos en la prensa revolucionaria?; lo que obviamente sólo puede responderse con otra pregunta: ¿Es ésta la prensa revolucionaria?


California, USA