Es repugnante

De Almagro


 


 






Antes que nada, los saludo con fervor por la satisfacción que me da que, por una vez, un partido de convicción socialista haya logrado insertarse en el movimiento de los trabajadores del modo que lo han hecho, ganándose el respeto de la clase, a fuerza de coherencia y de lucha.


Pero es indispensable que me refiera a los temas que me preocupan; el posible Frente de Izquierdas en la Capital es uno de ellos. Quizá los movimientos que estén realizando son tácticos, pero aliarse al MAS, al MST y al PC es repugnante. Para consolidar la alternativa obrera y socialista, será la revolución que nos libere de la manga de parásitos capitalistas que nos agobian, y en cuanto a lo táctico, sólo es necesario el apoyo de los trabajadores del pueblo. Pero juntarse con (el)… stalinista PC, sus lamebotas del MST y el insípido morenismo del MAS me da arcadas, porque es buscar el apoyo de la pequeña burguesía radical (y no tanto) cuya influencia sobre los trabajadores es remota. Cuando el MST apoya a los vendepatria del FA-EP uruguayo, cuando el PC se junta en Rosario con los hombres de Binner, o el MAS retoma las tesis de Bruno R. sobre la ex-URSS, podemos comprobar (…) con qué tratamos (…). Incluso dudo de que sea necesario hacer tanto escándalo por una farsa capitalista electoral que legitime a Macri o la escoria que venga.


Para construir el movimiento revolucionario, se podría convocar a un Congreso de la Izquierda y los Trabajadores, con piqueteros, obreros de Zanón, Sasetru y partidos de izquierda, para definir un plan de lucha conjunta, pero no ir a una mesa con ellos para arreglar diputado por diputado. Si bien no son sectas abiertamente contrarrevolucionarias, su centrismo es peligroso. Cuando se habla del frente por la alternativa obrera y socialista yo entiendo que se los convoque (al MAS, a IU) pero no que se plantee una fuerza electoral conjunta de entrada. Las diferencias que hay entre las distintas posiciones pueden ser superadas (algunas), pero sólo con la práctica revolucionaria, la lucha; difícilmente en una lista para legisladores. En el caso hipotético de que se desatara una insurrección, y se conformaran comités de los trabajadores por doquier, las bases de esos partidos centristas podrían adoptar posiciones revolucionarias, y se podría luchar codo a codo, pero no creo que sea lo correcto plantear el punto de partida de la lucha conjunta desde lo electoral. No creo llevar la razón completa y única, pero el debate debe abrirse, de eso estoy seguro (…).


 



 


Antes que nada, los saludo con fervor por la satisfacción que me da que, por una vez, un partido de convicción socialista haya logrado insertarse en el movimiento de los trabajadores del modo que lo han hecho, ganándose el respeto de la clase, a fuerza de coherencia y de lucha.


 


Pero es indispensable que me refiera a los temas que me preocupan; el posible Frente de Izquierdas en la Capital es uno de ellos. Quizá los movimientos que estén realizando son tácticos, pero aliarse al MAS, al MST y al PC es repugnante. Para consolidar la alternativa obrera y socialista, será la revolución que nos libere de la manga de parásitos capitalistas que nos agobian, y en cuanto a lo táctico, sólo es necesario el apoyo de los trabajadores del pueblo. Pero juntarse con (el)… stalinista PC, sus lamebotas del MST y el insípido morenismo del MAS me da arcadas, porque es buscar el apoyo de la pequeña burguesía radical (y no tanto) cuya influencia sobre los trabajadores es remota. Cuando el MST apoya a los vendepatria del FA-EP uruguayo, cuando el PC se junta en Rosario con los hombres de Binner, o el MAS retoma las tesis de Bruno R. sobre la ex-URSS, podemos comprobar (…) con qué tratamos (…). Incluso dudo de que sea necesario hacer tanto escándalo por una farsa capitalista electoral que legitime a Macri o la escoria que venga.


 


Para construir el movimiento revolucionario, se podría convocar a un Congreso de la Izquierda y los Trabajadores, con piqueteros, obreros de Zanón, Sasetru y partidos de izquierda, para definir un plan de lucha conjunta, pero no ir a una mesa con ellos para arreglar diputado por diputado. Si bien no son sectas abiertamente contrarrevolucionarias, su centrismo es peligroso. Cuando se habla del frente por la alternativa obrera y socialista yo entiendo que se los convoque (al MAS, a IU) pero no que se plantee una fuerza electoral conjunta de entrada. Las diferencias que hay entre las distintas posiciones pueden ser superadas (algunas), pero sólo con la práctica revolucionaria, la lucha; difícilmente en una lista para legisladores. En el caso hipotético de que se desatara una insurrección, y se conformaran comités de los trabajadores por doquier, las bases de esos partidos centristas podrían adoptar posiciones revolucionarias, y se podría luchar codo a codo, pero no creo que sea lo correcto plantear el punto de partida de la lucha conjunta desde lo electoral. No creo llevar la razón completa y única, pero el debate debe abrirse, de eso estoy seguro (…).


 


 


 


Antes que nada, los saludo con fervor por la satisfacción que me da que, por una vez, un partido de convicción socialista haya logrado insertarse en el movimiento de los trabajadores del modo que lo han hecho, ganándose el respeto de la clase, a fuerza de coherencia y de lucha.


Pero es indispensable que me refiera a los temas que me preocupan; el posible Frente de Izquierdas en la Capital es uno de ellos. Quizá los movimientos que estén realizando son tácticos, pero aliarse al MAS, al MST y al PC es repugnante. Para consolidar la alternativa obrera y socialista, será la revolución que nos libere de la manga de parásitos capitalistas que nos agobian, y en cuanto a lo táctico, sólo es necesario el apoyo de los trabajadores del pueblo. Pero juntarse con (el)… stalinista PC, sus lamebotas del MST y el insípido morenismo del MAS me da arcadas, porque es buscar el apoyo de la pequeña burguesía radical (y no tanto) cuya influencia sobre los trabajadores es remota. Cuando el MST apoya a los vendepatria del FA-EP uruguayo, cuando el PC se junta en Rosario con los hombres de Binner, o el MAS retoma las tesis de Bruno R. sobre la ex-URSS, podemos comprobar (…) con qué tratamos (…). Incluso dudo de que sea necesario hacer tanto escándalo por una farsa capitalista electoral que legitime a Macri o la escoria que venga.


Para construir el movimiento revolucionario, se podría convocar a un Congreso de la Izquierda y los Trabajadores, con piqueteros, obreros de Zanón, Sasetru y partidos de izquierda, para definir un plan de lucha conjunta, pero no ir a una mesa con ellos para arreglar diputado por diputado. Si bien no son sectas abiertamente contrarrevolucionarias, su centrismo es peligroso. Cuando se habla del frente por la alternativa obrera y socialista yo entiendo que se los convoque (al MAS, a IU) pero no que se plantee una fuerza electoral conjunta de entrada. Las diferencias que hay entre las distintas posiciones pueden ser superadas (algunas), pero sólo con la práctica revolucionaria, la lucha; difícilmente en una lista para legisladores. En el caso hipotético de que se desatara una insurrección, y se conformaran comités de los trabajadores por doquier, las bases de esos partidos centristas podrían adoptar posiciones revolucionarias, y se podría luchar codo a codo, pero no creo que sea lo correcto plantear el punto de partida de la lucha conjunta desde lo electoral. No creo llevar la razón completa y única, pero el debate debe abrirse, de eso estoy seguro (…).