Escobar: Defensor del pueblo (¿y los que están a quién defienden?)

El “defensor del pueblo”, creado por el legislativo municipal en estos días, es de por sí una “figura decorativa”, ya que no tiene poder de decisión alguno. Puede advertir sobre anomalías o hechos que pongan en riesgo a la población, pero nada más.

Si no, veamos el ejemplo del defensor nacional Mondino: denunció las licitaciones mal hechas para el funcionamiento y/o habilitación de locales; y ahí tuvimos después la Tragedia de Cromañón. Denunció el colapso de varias empresas ferroviarias y seguimos teniendo cientos de miles de trabajadores viajando como ganado diariamente.

Si a esto le sumamos la “amañada” elección en Escobar, donde por tres votos se elige a un funcionario por cuatro años, que recibirá 24.000 pesos por mes, que saldrán del presupuesto municipal -de nuestros impuestos (¿lo sacarán de salud o educación, tal vez?) y usará a discreción (con independencia y autonomía -dice la ordenanza). No podemos, desde el Partido Obrero, menos que rechazar este nombramiento.

Para garantizar la participación de la mayoría de los trabajadores de Escobar, deberíamos tener funcionarios y represantes revocables en cuanto incumplen sus tareas y elegidos automáticamente a partir de asambleas de vecinos y trabajadores.

Este nombramiento desnuda que los concejales, como así el jefe de gobierno no gobiernan para la mayoria de la población.

Los vecinos de Escobar tienen frente a sus ojos las limitaciones de los partidos que gobiernan el distrito.