“Fuerza Bruta y el Bicentenario”

-Exclusivo de internet

Equipo de redacción / Prensa Obrera

Compañeros:

El editorial de la prensa Nº 1.130 acierta en caracterizar la política de la burguesía que ocultaron los fastos espectaculares del Bicentenario, pero señala la “confusión” de Fuerza Bruta como mérito para reflejar la confusión de las clases populares. Estas pueden estar confusas, pero en los artistas de Fuerza Bruta, o al menos en su dirección, no hay tal “confusión”, más bien es convicción burguesa, es decir, una ideología que plantea que el mundo “es así” y no puede ser de otra manera, para defender su posición de clase.

La dirección artística del desfile no gusta de recordar su pasado (lo hace para poder vender su capacidad artística), que se remonta a “La organización negra” gestada como grupo de acción artístico-político en la extinta Escuela Nacional de Arte Dramático (hoy Iuna). Allí, con una prédica psedudoanarquista, conquistó hace más de dos décadas dos bancas en el Centro de Estudiantes. Luego de ganar, declinó participar de la acción cotidiana del Centro, abandonando esas bancas en nombre de su desprecio por las instituciones “caretas” -y adelantando el “apoliticismo” futuro. De todos modos, el grupo viajó entonces con el Centro a un festival, donde asistió a la obra del grupo español “La fura dels baus”, de donde tomó el arte de éstos creadores españoles como método, apropiándoselo sin recrearlo y lucrando con él hasta hoy.

Si alguna vez tuvieron rebeldía política, debieron torcer definitivamente ese brazo hace años, firmando un pacto de apoyo a la aliancista Cecilia Felgueras que expusieron en el programa de mano del espectáculo que montaron con financiación del municipio capitalino en el velódromo municipal -espectáculo que se constituyó en el primer ensayo técnico donde se probaron los escenarios móviles que se usaron este 25 de Mayo, ya con otro gobierno, de la misma clase.

En el mismo período de la ascendente Felgueras, construyen el espectáculo “Villa villa”, que por su formato de equilibrada y arriesgada belleza se acomoda a las funciones de animación para adultos que dan en el teatro, y son contratados por diversos capitales del planeta, tantos, que ven preciso clonar su espectáculo para satistacer tanta demanda.

El guión de este 25 de Mayo fue de Felipe Pigna, “el historiador”, con la vigilancia cercana y la administración de fondos del “empresario” Grossman, quienes, obviamente, no permiten ninguna “confusión”.

James, el director de Fuerza Bruta, se hacía el inocente días previos, durante los ensayos generales, cuando decía que se miraban entre ellos, fascinados con los resultados, preguntándose ante el diario “¿Alguien hizo alguna vez esto”?

Alguien medianamente informado sabe que la estructura general del desfile es igual -exactamente igual- a la estructura de desfile de las “escolas do samba” de los carnavales de Rio, Brasil. Un “enredo” que aquí fue el “Bicentenario de la patria”, comisión de frente (aquí, los camiones de luz y la “patria voladora”), las “alas” (grupos de personas desfilando con sus trajes como alegorías) y los “carros”, aquí “carrozas”, que despliegan el “tema”. La técnica tampoco trajo novedades, ya que ellos mismos la habían probado bajo el gobierno Felgueras. La hermosa carrosa final del “futuro está en la educación” es directamente un afano en forma y contenido de ¡varias! scolas do samba de hace varios años; las pruebas están en internet.

La conmovedora visión del pasado nacional que ofrecieron estos artistas de teatro radica en que estas formas fueron realizadas por primera vez ante tanta gente en Argentina. Ahí está su fascinación y su límite. Desde la síntesis visual, que está asentada en la iconografía del tipo “Billiken”. Se podría citar como novedad que “las madres de la plaza” entraron así a la estética Billiken, pero esa herida sigue abierta desde que las madres colgaron los pañuelos, y sangra más aún habiendo llegado a Billiken sin haber sanado.

Tampoco Fito Paez está confuso. Ofreció su corazón en el festival por un Frente Antiimperialista en 1983, para luego sentar sus convicciones ofreciendo el mismo corazón ante Alan Faena y la clase burguesa en el hotel cinco estrellas. Así que a la 9 de Julio llevó un corazón ya plastificado. Sabe muy bien a quién está sirviendo.

Compañeros, las masas pueden estar en “confusión”, pero particularmente estos artistas, en estas circunstancias, tienen bien en claro que es un servicio a la burguesía nacional. Al uso de las artes -principalmente musicales- que hizo el gobierno desde la asunción de Kirchner para acercar otra vez a las masas confiar en las instituciones del Estado (recordar los recitales dentro de la Rosada y de las casas de gobiernos y legislaturas provinciales), se suma ahora el teatro masivo y las danzas. Los diarios de estos días anuncian que, debido a la masividad obtenida, están planificando en la Rosada el documental de todo y las giras. Con la presidenta bailando, supongo.