Frente único: cuestión de estrategia histórica


El debate sobre el frente Único, que atraviesa al Frente de Izquierda, contiene un problema estratégico y programático, y su expresión definitiva vive en la pugna en torno de la inclusión de organizaciones de la izquierda popular y del sindicalismo combativo a nuestras filas y listas.


El problema de la unidad de la izquierda no es aritmético sino político, y éste ha sido el sentido que buscó desarrollar el Partido Obrero hacia el Frente de Izquierda.


Algunos laureles…


Desde comienzos de este tumultuoso y contradictorio año electoral, el PO libró una lucha política por incluir a sectores que anteriormente conformaban alternativas electorales contrapuestas al FIT o que, con una base ideológica autonomista o votoblanquista, daban “libertad de acción” a sus simpatizantes y militantes en el cuarto oscuro.


Parte importante de estos sectores se volcaron a la campaña por el voto al Frente de Izquierda. La expresión más conocida es el “Perro” Santillán, referente del sindicalismo combativo y de un conjunto de organizaciones sociales y políticas (Movimiento Tupaj Katari y MP-La Dignidad).


La incorporación de compañeros de las ramas del activismo, los luchadores y la izquierda ‘popular' constituye una definición política y una victoria del método del frente único (PO 1372). Es una conquista política que sectores que discursivamente presentaban “zonas grises” (filo-kirchneristas en muchos casos) evaluando la situación actual, los logros del Frente de Izquierda y la propuesta de establecerlo como la herramienta política de los trabajadores en todas sus luchas, decidieran incorporarse a una batalla común.


A no dormirse en ellos…


Sin embargo, la votación del FIT revela que si bien existe un crecimiento del 40% respecto de las Paso 2011, el trecho a recorrer es enorme. La estrategia de ganar a sectores que en crisis anteriores (años 2000-2002, por ejemplo) planteaban el desconocimiento de un rol revolucionario en las elecciones implica que estos sectores estén lo suficientemente aglutinados en torno al FIT y al método del frente único contra el ajuste y de cara a las crisis venideras, que se expresan en los paralelos y perpendiculares (valga la contradicción) planos de la economía y la política de la clase capitalista y sus fracciones electorales. Para que no se repita la historia de una izquierda que no sea capaz de abordar de manera revolucionaria y dinámica al pueblo movilizado contra la carestía y la miseria próxima, es necesario desarrollarse hacia octubre y de allí hacia los próximos cuatro años.


En conclusión, el “que se vayan todos”, de repetirse, debería agregar “que se quede el Frente de Izquierda”, cuestión que sólo el frente único y una correcta intervención en la lucha política puede lograr.


Vamos a una campaña obrera y socialista de cara a octubre y a potenciar la incorporación de luchadores y organizaciones de izquierda consecuentes al Frente de Izquierda.