“Gatti de California”: Un skinhead en Prensa Obrera

Se ha instalado nuevamente la propuesta de “solución final” para resolver la “cuestión judía” y esto desde las páginas del Correo de  Lectores de Prensa Obrera.


El pretendido “resolvedor” intenta arrojar una nueva “bomba”, pero esta vez en Prensa Obrera, claro que sin conseguir su efecto devastador por la miserable composición de sus sustancias destructivas.


La “solución final” se sustentaría en el hecho de que los millones de judíos dispersos en el mundo serían responsables de crímenes de lesa humanidad. Dichos crímenes, bien que no llevados adelante, bien que no necesariamente ejecutados, son, sin embargo, “potenciales” y estarían “contenidos”, encapsulados, como pequeñas “bombas genéticas” (??) en la ideología judía expresada ¡¡en el Antiguo Testamento!!


La simiente “sembrada” en el texto bíblico sería pues suficiente fundamento para nuestro terrorista, para justificar no ya el atentado a la AMIA, sino la desaparición física de los seis millones de judíos en los campos de concentración nazis.


Para el ideólogo de la nueva “solución final”, los trabajadores judíos, los luchadores judíos y los oprimidos judíos perderían su condición de sumergidos o víctimas del sistema capitalista, sólo por el hecho de ser judíos ya que, vía “maldición bíblica”, pasarían a transformarse en los responsables de su propio exterminio.


Es indiscutible que la religión es una ideología pero, aunque el firmante no lo crea, el materialismo dialéctico también lo es y sería interesante que se hiciera una lectura de la historia que escribieron los hombres en su transcurrir, a la luz de un análisis socioeconómico y no “religioso”.


La delimitación necesaria en relación con la política del Estado de Israel no cabe en esta exposición, porque no compete a la comunidad judía de la Diáspora, como es el caso de todos aquéllos a los que se acusa de estar “recibiendo una dosis de su propia medicina”.


El texto de la carta, fechada cuatro días después del atentado, ha generado un verdadero estupor en muchos compañeros y creo que es buena oportunidad para abrir el debate y tomar posición al respecto, toda vez que sectores que pretenden representar los intereses del movimiento obrero y se dicen de izquierda, salen a defender posiciones aberrantes escudándose en la crítica a la política imperialista y genocida del Estado de Israel.


En un momento en que las cuestiones religiosas, nacionales y étnicas son atizadas como nunca por las burguesías de los países “avanzados”, y los trabajadores son usados como carne de cañón en enfrentamientos salvajes para salvaguardar intereses económicos; y el mundo se desangra para rescatar un capitalismo agonizante e incapaz de ofrecer trabajo ni subsistencia para millones y millones de seres humanos, la “cuestión judía” vuelve a plantearse.


Agosto 21 de 1994