En los últimos días, Gildo Insfrán ha reaparecido en los diarios nacionales por el asesinato de los indígenas de la comunidad toba Qom, a manos de su policía provincial. Y hasta de sectores K se lo ha atacado virulentamente. Pero lo que pareciera que no quieren recordar es que a quien están atacando es a uno de los “padres fundadores” de su mismo sector a nivel nacional: el primer gobernador en apoyar pública y políticamente a Néstor Kirchner. Aunque hay quienes aseguran que tal ¿mérito? lo comparte con el ex gobernador de Jujuy, Fellner -todo bastante antes de que apareciera Eduardo Duhalde.

Es que “Don Gildo”, como buen amo del feudo, sabe de cambios de posturas; y como Néstor en su momento, conoce de pegar volantazos políticos y plegarse a quien sea por conveniencia, más allá de pensamientos e ideología alguna. Tanto es así que mientras era “criticado” por los espacios K, Don Gildo se encontraba bien cerca de la presidenta Cristina, quien sí recuerda que Don Gildo fue el primero en apoyarlos y, por eso, pareciera más que improbable que vaya a soltarle la mano, sea quien sea el que ahora empiece a criticarlo. Hasta mis amigos formoseños simpatizantes K no comprenden cómo pudo ser que Néstor y Cristina siempre apoyaron a Don Gildo contra Vicente Joga e incluso contra el padre Nazar, calco del caso de Misiones con el obispo Piña. Nuevamente el progresismo fue lo de menos y “los K” defendieron a lo peor de la relcitrante vieja política.

A quienes piden intervención, cabe recordarles que Don Gildo obtuvo el 73% de los votos en su última elección, 50.000 votos más que cuando accedió a la gobernación en 1995, con el 57% del electorado, y quizá por eso el mismo gobierno nacional K salió a descartarla presurosamente, cómo quien pide y advierte: “Más respeto con los próceres del kirchnerismo, che”.