Juicio “La Trochita”: la antesala a la desaparición

Crónica del juicio La Trochita del Comité por la absolución de Lautaro Curuhuinca// comunicación Weftuletuyiñ.

El miércoles 15 de septiembre comenzaron las audiencias del juicio conocido como “La Trochita” causa que tiene como procesados a Ariel Garzi, amigx de Santiago Maldonado, quien fue testigo de identidad reservada hasta que Patricia Bullrich lo señaló públicamente, Ricardo Antihual (mapuche que ha acompañado distintos procesos de recuperación territorial), Mirta Curuhuinca, Madre de Lautaro González Curuhuinca -quien junto a Fausto Jones Huala descendió desde la montaña con el cuerpo de Rafael Nahue- y vocera del Lof Kurache, Nicolás Hernández Huala, hermano de Facundo Jones Huala y quien fue detenido en la comisaría de Leleque en presencia de Noceti (el 01/08/17), Aylinco Pilquiman, testigo de la represión del 01/08/17 y de la desaparición de Santiago y Vanesa Millañanco, cuñada de Facundo Jones Huala, quien fue procesada en innumerables causas federales.

El hecho es públicamente conocido como “La trochita”, ya que tiene origen en el reclamo del gobierno provincial de Chubut, en ese entonces a cargo de Mario Das Neves, quien exigió por medio del CORFO el “despeje y mantenimiento” de la vía para el paso desde Esquel hacia el Maitén de la máquina del tren a vapor para su reparación, aunque se sabe que el transporte férreo se encontraba fuera de circulación desde antes del proceso de recuperación de las Pulof Cushamen. En abril de 2016, el juez Federal Guido Otranto dispuso de una mesa de diálogo para lograr un acuerdo que permitiera el paso del tren por el territorio recuperado, enmarcando esta acción en el proceso de consulta libre, previa e informada, contemplado en el convenio 169 de la OIT, que no es de carácter vinculante, y en base al reconocimiento jurídico que él mismo había realizado de la comunidad Pulof en Resistencia de Cushamen el 28 de mayo de ese mismo año, teniendo en cuenta que el paso de la máquina implicaba la intervención del territorio de la comunidad.

El juicio en sí nada tiene que ver con el paso del tren, ni con el entorpecimiento de las vías del mismo. Alevosamente lo que ha llegado a juicio son las acusaciones de Gendarmería Nacional, los mismos escuadrones que 6 meses más tarde detienen en el mismo territorio, desaparecen y asesinan a Santiago Maldonado. Los cargos son por lesiones leves y graves, resistencia a la autoridad, amenazas y lesiones contra una equina e integrantes de la GNA, durante la represión al Pulof en Resistencia de Cushamen en la mañana del 10 de enero.

Los testimonios de las tres primeras audiencias se centraron básicamente en la parte acusadora representada por el Fiscal Federal Teodoro Nernberg. Lxs integrantes de GNA Reinaldo Quintana (grupo antidisturbios del escuadrón 35 de El Bolsón), Gisela García y Elida Castellano ( grupo antidisturbios), Estela Gerónimo (unidad 4 de La Pampa). Como testigxs se prestaron Dante Zavala (Agrupación Comahue de Neuquén), José Costamagna ( Unidad especial de procedimientos judiciales nodo de espionaje de Bariloche) y Manuel Ulian (Escuadrón 34 de Esquel). Cada miembro de la fuerza represiva relatan hechos distintos y confusos de una misma situación, si bien algunxs indicaron haber estado en otros allanamientos las inconsistencias, imprecisiones son escandalosamente impresionantes: Quitana indica que el objetivo del “operativo” consistió en el despeje de la ruta 40, que fue herido por un piedrazo en su brazo izquierdo, que fue retirado del lugar no pudiendo identificar a su/sus agresor/es, ni brindar detalles del procedimiento.

Castellanos integró el grupo de GNA femenina a cargo del ingreso a la vivienda donde se encontraban mujeres y niñxs, portadora de una memoria efímera. Solo recordaba haber recibido un golpe en la muñeca que le provocó una lesión al intervenir en defensa de otra integrante de la GNA que no pudo individualizar; Gerónimo fue la única en señalar el despeje de las vías del tren como objetivo del procedimiento. Su intervención también se centró en el allanamiento a la vivienda, escuchó llantos de niñxs y gritos de mujeres, le sacaron el casco y recibió numerosos golpes en la cabeza. García fue de todas las más lesionada, fractura de pierna, aunque en su relato no pudo precisar de que forma se ocasionó la herida en el umbral del ingreso a la casa. Describió que forcejeo con una mujer que la empujo intencionalmente para luego arrojársele encima siendo que después cayeron sobre ella (y la mujer) otros dos uniformadxs. Luego en la misma narrativa dijo no poder precisar si la mujer se le arrojó encima intencionalmente o fue empujada por otrxs efectivos y/o si ella tropezó.

Llamativamente las víctimas no recuerdan los hechos, aunque sus heridas le llevaron meses y hasta más de un año de recuperación. Ningunx de ellxs pudo describir a sus supuestxs atacantes, ni podrían reconocerlxs.

Juicio “La trochita” 2 audiencia transmisión FAVRE PUELMAPU

De los demás testimonios, los más contradictorios y llamativos son los del personal al mando del operativo: Zavala Dante consultó notas al comenzar su relato, y aunque esta situación fue advertida por la fiscalía, y se solicito la nulidad del testimonio por parte de la defensa a cargo de La Gremial de Abogadxs, el juez Enrique Guanziroli permitió que procediera a contar su versión de los hechos: En esa jornada Zavala se encontraba al mando del procedimiento, conocía la orden judicial y mantenía contacto telefónico con el Juez Otranto desde la ruta 40. Para sorpresa de todxs señaló haber llegado al lugar cerca de las 07:30 con personal de criminalística para realizar un allanamiento en la zona, que tuvo 5 hombres a su cargo lesionados, 3 mujeres y 2 hombres, aunque no preciso nombres. No recordaba haber visto a ningún animal herido, se mantuvo a 10 metros de la vivienda, cuya orden de allanamiento la recibió telefónicamente del Juez Otranto luego de comunicarle (por trascendidos) que un ciudadano que aparentemente los había agredido al ingreso del territorio se habría refugiado allí, aunque no pudo individualizar a ningunx de lxs agresores. Tampoco pudo tener todo el tiempo a la vista a las persona en la supuesta huida. Indicó que el personal montado de la GNA persiguió a las personas hasta el otro lado del río, no recordó haber leído el oficio judicial, solo haber conversado con una persona en el alambrado de ingreso y que ante la negativa de este, se comunicó con Otranto, recibiendo órdenes de ingresar por la fuerza con uso mínimo e indispensable de la misma, cuidando la integridad física de todas las personas. Insistió mucho en que todo el personal actuó en el marco de la legalidad, avalada por el juez. Incluso recordó la presencia de integrantes del Ministerio Público Fiscal de Esquel. Señaló que Costamagna (u otro) estaba a cargo del diálogo con las personas en la vivienda, que les leyó el oficio judicial en presencia de los testigxs a través de la ventana.

José Costamagna, quien es públicamente conocido por realizar espionaje a organizaciones sociales que exigían la aparición con vida de Santiago Maldonado en Bariloche, también señaló que el objetivo del procedimiento era el despeje de las vías del tren, dice que el comandante Zavala a cargo del operativo lee la orden de allanamiento con un megáfono desde la ruta 40, a una distancia prudente del lugar. El ingreso fue de forma paulatina y se había detenido a dos hombres antes del allanamiento a la vivienda. Se centró en la casa, en la que había mujeres y niñxs a los que vio posteriormente siendo que antes no lxs escucho, entabló diálogo con una mujer de la vivienda para luego mantenerse a unos 50 metros. Fue el único en señalar que el motivo de ingreso a la vivienda fue el fuego que se observaba desde afuera y las supuestas amenazas de incendiar el lugar. Aunque reconoció que la casa estaba construida con elementos firmes, no recordaba si era de material y ladrillos o de piedras y adobe, relato que las mujeres tenían una actitud amenazante con palos, hierros y elementos que agitaban para intimidarlxs, vio una sola mujer de la GNA herida en la pierna, y que se utilizó matafuegos para sofocar el supuesto incendio desde una ventana hacia el interior. No pudo precisar si él y otra persona habían informado las novedades del allanamiento a quienes estaban en la casa, desde donde se sacó a las mujeres y sus hijxs menores, se las identificó y se detuvo a un masculino del que no recuerda datos, ni reconocería pero que supuestamente habría ingresado al lugar para resguardarse. Al igual que Zavala no vio ingresar a esta persona en su huida a la vivienda, no recordó a ningún animal heridx.

Ulian pertenece a la GNA montada. Estaba como apoyo de seguridad en el predio junto a otro integrante de la GNA y cuatro de la policía montada de Chubut. Supone que el animal en el que se desplazaba recibió un piedrazo en la frente que provino del lado izquierdo del lugar donde se encontraba lo que hace que pierda el equilibro, se resbale y se corta la pata con las piedra lajas del terreno, esto ocurre cuando se lee la orden judicial (sin megáfono a viva voz) a las personas en el ingreso al territorio. El se encontraba a unos 150 o 200 metros del alambrado de la ruta a la izquierda (aunque minutos antes en su confuso relato había dicho que se encontraba a 15 o 20 metros de la tranquera). Ante la lesión es desafectado y no ingresa al allanamiento.

El testigo falso

Luis Loncon fue quien aportó el relato más completo y coherente de la jornada convocado como testigo de la fiscalía. Aquel 10 de enero presenció el allanamiento en calidad de “civil”. Se encontraba acompañando al grupo que ingresa a la vivienda, relató que el personal de la GNA “hablo pacíficamente con las mujeres” aunque él se encontraba por resguardo a unos 10 metros (más cerca que el oficial al mando del ingreso), observó fuego que no era por combustión de leña desde afuera y escuchó que amenazaban con incendiar el lugar y a ellos mismxs (aunque no los llantos de los niñxs). Vio que salían llamas por el caño de la chimenea. Ingreso a la casa luego de que la situación estaba controlada y vio elementos contundentes (palos, fierros, cuchillo, pala, muchas piedras) con las que supuestamente el grupo de mujeres se defendió, también un fogón improvisado de tamaño grande en el que había una cubierta y leña, aseguró haber sido convocado por personal de GNA en El Maitén en donde la fuerza había instalado un escuadrón (en el gimnasio municipal). Contó que las mujeres querían impedir la detención de un hombre que había ingresado a la vivienda, que sería uno de los agresores. Él estaban fuera del predio, en el alambrado, cuando la supuesta persona se esconde en la casa. Sabía que se enfrentarían porque “esa gente que tenía asentamiento ahí eran de la RAM (…) Veníamos viviendo episodios con esta gente, se manifestaban con agresividad hacia lxs vecinxs, cobraban en forma agresiva cobran de forma violenta” relato. Para Loncon el despeje de la vía se realizó de inmediato. Dice que el tren pasó ese día. Pudo precisar mejor que los propios efectivos de la GNA la cadena de mandos del operativo algo llamativo para un civil. También observó a una gendarme herida en su pierna cuando durante el forcejeo en el umbral de la puerta ésta tropieza y cae. Luego otra mujer cae encima de ella y posteriormente otros efectivos.

Finalizado su testimonio el Dr. Eduardo Soares y Laura Tafetanni de La Gremial de Abogadxs exigieron se inicien actuaciones contra Loncon por falso testimonio, ya que en su relato refirió a ideas y hechos que nada tienen que ver con la causa judicial en curso, debiendo haber expuesto previamente esta situación. De hecho Luis “cogote” Loncon es conocido en la zona por sus proyectos inmobiliarios. En noviembre de 2016 denunció haber sufrido el incendio de galpones y maquinarias del emprendimiento de frutillas que sostenía con Nicolás Delsel, situación que atribuyó a las familias de la recuperación, siendo incluso denunciante en causas penales, cosa que en ningún momento manifestó y que ponen en duda su imparcialidad en los hechos.

La realidad

Convocadxs por la defensa se presentaron como testigxs: Fernando Radziwilowski, responsable de la Oficina de Derechos Sociales y de Pueblos Indígenas de la Defensa Pública de Chubut, el mismo que a fines de 2015 denunciara la presencia de dos espías de la AFI y una series de fichajes a integrantes de diversas organizaciones sociales, políticas y de derechos humanos de Esquel, El Hoyo, Epuyen, Lago Puelo y El Bolsón. En esa jornada se acercó al lugar como defensor oficial y en resguardo de lxs niñxs, ya que en ese momento se encontraba desempeñándose en el fuero familiar. Pudo ingresar luego de que las mujeres habían sido detenidas en el mismo territorio. Las encontró precintadas y golpeadas junto a sus niñxs menores que eran quienes relataban eufóricxs lo ocurrido. Incluso luego jugaban a ser perseguidxs y escapar de Gendarmería. La magnitud del operativo implicó sitiar el lugar a kilómetros del ingreso desde la madrugada del 10 de enero y hasta la tarde noche donde ocurrieron otras detenciones y heridxs.

Elvira Gauna, médica e integrante de la APDH Esquel relato los vastos intentos de las comunidades para lograr acuerdos en relación al paso de “La Trochita”, mesas de diálogo en las que estuvo de veedora, y de los acuerdos incumplidos por parte del CORFO, representante de la provincia de Chubut. En esa jornada debió asistir a Mirta Curuhuinca y su hija, que habían sido rociadas con matafuegos, a otrxs jóvenes heridxs con postas de goma y mujeres en estado de shock. La escena fue tan desoladora que la médica reflexionó jamás haber sido preparada para afrontar una situación así, que posteriormente se agravó con otrxs heridxs esa misma tarde y al día siguiente, recordó que otrxs de sus compañerxs de militancia en APDH habían estado horas tratando de dar con lxs detenidxs, que habían sido trasladadxs en autos particulares.

A su turno Martiniano Jones Huala, tío de Facundo Jones Huala, uno de los primeros voceros de las Pulof en Resistencia procesado en diversas causas, realizo un relato histórico que da cuenta de la complejidad de los hechos, “A nosotrxs (los mapuche) nos han tratado siempre igual en democracia y en dictadura”, los intentos de ser escuchadxs sin diálogo alguno, de encuentros al interior de la unidad penal de Esquel (donde en 2016 se encontraba detenido Facundo a la espera del primer juicio de extradición), los violentos allanamientos, violaciones, intentos de asesinato a sus sobrinos Emilio (a quien le destrozaron la mandíbula) y Fausto (quien perdió un oído), la desaparición forzada y asesinato de Santiago, el fusilamiento de Rafael Nahuel, la extradición de Facundo y la defensa de los intereses de Benetton fueron parte del testimonio. “Este juicio es solo por lo que pasó ese día. No se juzga la verdad histórica” sentenció.

Juicio “La trochita” 3 audiencia transmisión canal “Daniel Solano”

Las audiencias continuaron el viernes 01 de octubre, donde se expuso una parte de los videos presentados como prueba por la fiscalía, y en donde claramente se puede observar el operativo represivo de aquella jornada, la detención de Ariel Garzi y Nicolás Hernández Huala, la llegada de los efectivos a una de las viviendas que lejos están de los relatos proteccionistas y respetuosos de los gendarmes a cargo del operativo, y que demuestran el potencial de fuerzas que el estado es capaz de desplegar en defensa de terratenientes como Bennetton, la propiedad privada y el capital.

Juicio “La trochita” audiencia 4 transmisión FAVRE PUELMAPU

Cobertura colaborativa: Radio Zona Libre// Wallmapu periodismo de mar a mar// Familiares y Amigxs Víctimas de la Represión Estatal puel mapu (FAVRE)

Crónica: Comité por la absolución de Lautaro Curuhuinca// comunicación Weftuletuyiñ