La Coordinadora Antirrepresiva de Córdoba ha comenzado a andar

A los compañeros de Prensa Obrera


La aplicación de los planes de ajuste que han agudizado el hambre, la desocupación y la miseria en nuestro pueblo, necesita de una política de violación sistemática de los derechos humanos. Esta violación es parte del método que garantiza su aplicación desde Menem, a nivel nacional, como Angeloz en nuestra provincia. Derechos elementales como acceder a una alimentación adecuada, a una vivienda digna, al trabajo, a la atención médica, a la educación, etc., nos son usurpados para garantizar el desarrollo de un complejo y aceitado aparato represivo que va desde los crímenes con que la policía de “gatillo fácil” arrecia las barriadas obreras hasta el montaje de campañas como la “persecución ideológica” con golpizas, intimidación y amenazas a activistas populares y represión a trabajadores. Todo este engranaje, lejos de ser consecuencia de los sueños fascistas de algún comisario o jefe de Gendarmería nostálgico, opera como una política cuya meta es montar redes amedrentadoras y represivas contra el descontento popular que se viene acumulando y manifestando en diversos puntos del país. La participación en actos oficiales de genocidas como Massera, Anaya, Lami Dozo y Menéndez en nuestra ciudad no son más que otra vuelta de la política de reivindicación del genocidio comenzada con el Punto Final, la Obediencia Debida y el Indulto, y son el norte de una respuesta en caso de que el pueblo profundice la resistencia. En Córdoba las razzias cotidianas en colegios secundarios y en barrios obreros, los fines de semana a la salida de las canchas, discotecas o recitales; los asesinatos de Sargiotti, Ahumada, Fuentes, etc.; el encarcelamiento de militantes políticos populares y allanamiento de locales partidarios; el retrógrado Código de Faltas (ley 6392, de 1980) son el fiel ejemplo de que vivimos en una provincia donde ninguno de los habitantes que integramos los sectores populares está exento de amanecer con una bala en la cabeza o tirado en una comisaría. En el marco de esta situación se forma la Coordinadora Antirrepresiva de Córdoba, conformada por organizaciones sociales, políticas y de derechos humanos. El objetivo central de esta Coordinadora es aglutinar y organizar una acción que se enfrente a la política represiva, para frenarla mediante la movilización popular. La única forma de constituir un polo opositor de resistencia lo suficientemente fuerte y amplio que sea capaz de enfrentar una de las claves del proyecto oficial es avanzando en este sentido, buscando sumar e integrar a esta Coordinadora a todos los sectores populares. Desde la Unión de Derechos Humanos convocamos a sumar fuerzas, voluntades y esfuerzos para convertir a esta Coordinadora en una verdadera muralla en contra del avasallamiento de nuestros derechos al que nos somete el gobierno provincial en connivencia con el nacional.


El siguiente es el programa de la Coordinadora Antirrepresiva de Córdoba:


•  Por la vigencia de todos los derechos humanos;


•  Por la derogación del Código de Faltas;


• Por el esclarecimiento de los casos producidos por la policía de “gatillo fácil”: Angel Gustavo Véliz, Gabriel Fuentes Ahumada, Pino Sargiotti, Calderón y otros;


•  Contra la impunidad de los excesos policiales y por el juicio y castigo a los responsables de la represión;


• Por la organización de los sectores populares en contra de la persecución ideológica y las razzias policiales;


• Por la solidaridad activa con los militantes populares víctimas de intimidación y amenazas;


• Por la libertad de todos los presos políticos del campo popular;


• Por el mejoramiento de la situación carcelaria;


• Por el respeto a las personas arrestadas en las comisarías;


• Contra todo racismo y discriminación de extranjeros;


• Contra todo tipo de represión a la legítima movilización de los trabajadores por sus derechos y reivindicaciones;


• Que se reconozca a los organismos de derechos humanos para controlar la situación de los detenidos, fundamentalmente en las seccionales.